LA LUNA
Por Carlos Almira , 14 diciembre, 2025
LA LUNA
Mi obligación era enseñar a mis alumnos Lengua y Literatura Castellana. Y lo conseguí. No fue fácil. Tuvimos que superar muchos obstáculos: el Centro; las leyes educativas; los padres; la Inspección… Hoy puedo decirlo y señalarlos con orgullo: no sólo han leído con provecho La Regenta o El Quijote, sino que pueden y les encanta hablar de estos libros y analizarlos. Mis alumnos y alumnas son hoy no sólo lectores voraces, sino también ciudadanos críticos.
Profesora Ángela: Lo que usted ha hecho con sus alumnos, alumnas y alumnes es dinamitar nuestra convivencia social y democrática. Sus alumnos, etcétera, son ingobernables. Lo que necesitábamos (no lo que necesitaban usted y ellos, ellas, elles), no eran intelectuales díscolos, sino buenos ciudadanos honrados. Aunque no supieran sumar ni hacer la O con un canuto. ¡Para eso están las máquinas y los códigos de barras! Ahora es demasiado tarde. Ya no podemos convocar Elecciones, ni hacer Leyes, ni votar Presupuestos en el Parlamento. Tendremos que cerrar la Escuela y recurrir a la policía.
Lo único bueno de esto es que la próxima generación saldrá más dócil y más razonable. Retomaremos el buen camino y dejará de pedirnos la luna.
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