LA MENTIRA DE LA SOLIDARIDAD Y LA GENEROSIDAD CON GRECIA

Parece que la información sobre Grecia, su crisis y su solución, ya no es la primera noticia de alcance en los informativos de papel, radio o televisión. El tema griego ya parece encauzado y estos medios de comunicación, al menos, nos están dejando respirar tras tantas informaciones intoxicadas y malintencionadas como han estado vertiendo a diario.

No han tenido la mínima consideración a la hora de atacar las propuestas del gobierno electo griego y, además, se han arropado en la bandera del patriotismo rancio y excluyente para recordarnos, de manera torticera, lo que a cada español le cuesta la ayuda dada, generosa y solidariamente, a Grecia; llegando al punto que lo menos ofensivo que han publicado han sido las contradicciones y recelos que el acuerdo firmado por Alexis Tsipras ha provocado en su partido y su gobierno.

Pues aclarando que es gerundio.

El actual gobierno griego sí podría hablar de la “herencia recibida” -¿les suena esta expresión?, dado que es el primer gobierno que se define de izquierdas -no como otros que reniegan de su origen- y ha heredado las torpezas y tropelías que han conducido a Grecia a donde está gracias a las políticas de los PP-PSOE griegos, así como a la inestimable ayuda de los generosos y solidarios BCE, FMI y UE.

De los dineros perdonados a Alemania tras la II Guerra Mundial, ni una palabra, si acaso una sílaba para decir que esas cosas fueron hace ya demasiado tiempo.

De los dineros evadidos por los griegos que pueden, quizás esperan encontrar algún parado, jubilado o ciudadano medio, ni una palabra; mejor mezclarlo con la idea de que los inversores no se sienten seguros y por eso se llevan su dinero.

De los 262.060 millones de euros que Grecia ha recibido, solidariamente por supuesto, poco se dice que solo 27.000 millones han ido a parar a políticas para aplicar al pueblo griego; es mejor no contar que esos casi 250.000 millones de euros se han dedicado a pagar la deuda contraída con la banca alemana y francesa, a salvar a la banca griega transformando la deuda privada en deuda pública y a pagar los intereses de esos préstamos, concretamente el 15,7% de ese montante, y me pregunto ¿cómo encajamos aquí la solidaridad?

Cuando se habla de las pensiones, solo se señala, con mucho énfasis eso sí, que se jubilan demasiado pronto y que hay prejubilaciones para “trabajos especialmente duros” que producen sonrojo, pero no se indica que la pensión media de los jubilados griegos es de 700 euros y que el 45% de los pensionistas recibe una pensión inferior a 665 euros mensuales; tampoco se habla de que hasta el anterior gobierno las pensiones inferiores a 500 euros sufrieron un recorte del 15%.

Todo lo anterior ya es por sí mismo descorazonador pero, ¿cómo se debería calificar la actitud de la troika o las”instituciones”  –igual da que me da lo mismo- imponiendo unas medidas que tienen más que ver con la venganza que con la vergüenza para poder empezar a hablar de un nuevo acuerdo?

Ahora hablan de que Grecia no debería haber entrado en el euro; falso e hipócrita comentario porque sí les interesó manipular las cuentas –bajo la dirección de Mario Draghi- para que Grecia entrase y así cobrarse los préstamos que la banca alemana y francesa había dado a la banca griega –yo cobro, a ti te salvan y que paguen los de siempre-.

Que Grecia es un Estado que debe ser transformado, nadie lo niega, pero con las medidas que se obligan a  imponer  –a las que ellos mismos cuestionan por su ineficacia y por su fomento de la desigualdad, algo que ni les preocupa- lo único que se pretende es humillarles hasta un punto donde el mundo rico se quede con la Grecia histórica y pase de ser un Estado fallido a un recuerdo en los libros de historia; no es una exageración, ya se empiezan a vender y comprar islas, ya deben hacer un fondo de 50.000 millones de euros de patrimonio a privatizar como garantía de la deuda.

Conclusión, por más que me esfuerzo,  la solidaridad y la generosidad europea hacia Grecia no la veo en las instituciones oficiales, quizás porque nunca puede tener esos valores quienes defienden solo la riqueza y el poder de aquellos pocos a quienes tan servilmente representan.