La ruta del modernismo en Barcelona: las 4 mejores obras de Gaudí
Por Redacción , 19 enero, 2024
Dada la importancia de la arquitectura de Antoni Gaudí en Barcelona, es casi imposible planificar un viaje a la ciudad sin que aparezcan algunos de sus edificios o lugares más icónicos.
Visitados por millones de personas al año, los edificios modernistas del arquitecto catalán del siglo XX conforman una auténtica ruta que, aunque puede ser visitada a lo largo de un día, vale la pena disfrutar con calma.
En ese caso, tal vez necesites encontrar una consigna de equipaje cercana donde almacenar tus pertenencias durante la visita a estas localizaciones. Sólo tienes que llevarte el teléfono o la cámara y las ganas de deleitarte con algunas de las propuestas arquitectónicas más singulares que puedes encontrar en esta parte del mundo. ¡Sigue leyendo para conocerlas!
La Casa Batlló
La Casa Batlló es una de las obras más conocidas de Gaudí. Fue un encargo de un empresario industrial a principios del siglo XX. En este caso, Gaudí tuvo carta blanca para desarrollar el edificio, siempre bajo la inspiración del medio acuático. Es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2005.
Así, la Casa Batlló es una casa única, sin duda. Gaudí fue un arquitecto con el don de combinar estética, creatividad e ingenio. Ni un solo detalle se dejó al azar, desde las molduras a los pomos de las puertas, los cristales o la ventilación. Fue construida en 2 años y la familia Batlló, propietaria, la ocupó durante más de cuatro décadas. A finales de siglo, pasó a ser una de las atracciones turísticas estrella de Barcelona.
Como ves, la visita a la Casa Batlló es casi obligada en Barcelona, además de que su localización es muy céntrica, en pleno Passeig de Gracia. Si bien la visita es algo cara, cuando pases el umbral su originalidad te sorprenderá. En la azotea, dispone de un bar para tomar un refrigerio. Sin embargo, planea tu visita con tiempo: se llena rápidamente en cualquier momento del año.
La Pedrera, o Casa Milà
Enorme y majestuosa, la Casa Milà es uno de los proyectos más fastuosos de Gaudí. Su imponente fachada tiene, a su vez, una sensación fluida y ligera, y es sólo el principio. Fue rebautizada como La Pedrera (como una cantera) por parecer estar tallada directamente desde la piedra.
Fue incorporada a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1984, y es uno de los cinco lugares más visitados de Barcelona. En su interior, hay un museo y otras dependencias, que han ido cambiando con el paso del tiempo. Su tejado es especialmente famoso, tanto por las fotografías como por las vistas y los eventos que se organizan de tipo musical o festivo.
El Parc Güell
El Parc Güell es otra realización de Antoni Gaudí a petición de su mecenas. El objetivo era crear una ciudad-jardín en la colina, con vistas a Barcelona. Del proyecto original, que debía tener 60 casas, se acabaron construyendo sólo 4 por razones de presupuesto, y así quedó.
Respetuoso con la naturaleza e inspirado por ella, Gaudí no modificó el relieve del terreno y decidió adaptar sus creaciones. El parque es grande y está organizado alrededor del Teatro Griego (o Lugar de la Naturaleza). Esta gran plaza es espléndida y ofrece una magnífica vista de la ciudad. Es ideal para ver las cálidas luces del amanecer o atardecer sobre Barcelona.
Originalmente, fue diseñada para albergar espectáculos al aire libre que se podían ver desde las cornisas y bancos construidos alrededor de la plaza. Estos famosos bancos han sido decorados con mosaico recuperado, uno de los procesos favoritos de Gaudí que combina reciclaje y arte.
De hecho, es la única excepción por la que Gaudí modificó el entorno del parque. Parte de ella fue excavada en la roca de la colina y el mirador está sostenido por las columnas de la sala hipóstila. ¡No olvides levantar la cabeza para observar los pocos mosaicos del techo!
La Sagrada Familia
Dejando el lugar más famoso para el final, cerramos esta lista con la Sagrada Familia. Su proyecto cumbre y monumental, una iglesia que lleva 140 años en construcción y que Antoni Gaudí sabía que no vería finalizada en el curso de su vida.
Como todos los proyectos de Gaudí, la Sagrada Familia es un ejemplo de arquitectura modernista. El arquitecto se basó en sus conocimientos litúrgicos y en sus investigaciones para que la arquitectura de la Sagrada Familia represente todos los elementos de la religión cristiana.
El detallismo de Gaudí queda evidente aquí: 18 torres construidas en la basílica, cada una de ellas dedicada a personas de la Biblia. Por ejemplo, 12 de ellas representan a los apóstoles, otras 4 a los evangelistas, una imponente torre coronada por la estrella de la mañana para María (se culminó en 2023) y finalmente el más grande simboliza a Jesucristo. Esta última torre está en construcción y tendrá 172,5 metros de altura (justo un punto por debajo de la montaña de Montjuic). Todos estos elementos y estas torres hacen de la basílica un edificio muy concurrido, pero no desmerecen la obra maestra que es, ni mucho menos.
Sin embargo, para muchos, la parte más impresionante es el interior de la basílica. Siguiendo su interés por la arquitectura modernista y naturalista que él mismo definió, Gaudí quería encontrar la manera de construir una nave muy alta sin sobrecargar su obra con columnas grandes y macizas que hubieran distorsionado la ligereza de la nave.
Así nacieron estos troncos de árboles y sus ramas de piedra que, además de darnos la sensación de estar en un bosque donde la luz penetra por las ramas de los árboles, tienen un verdadero interés arquitectónico porque sostienen las enormes torres construidas sobre la basílica.
Visitar la obra de Gaudí es aceptar una invitación a una arquitectura que puede ser un regalo visual y para la imaginación. La ruta del modernismo en Barcelona se complementa con otras localizaciones, como la Casa Vicens o la Colonia Güell, en algunos casos cerca de la ciudad, pero fuera de ella. Si dispones de tiempo, considera completar el recorrido para adentrarte en la magia de la obra del célebre arquitecto.
Comentarios recientes