La televisión publica, la televisión de todos

Parece mentira. El Consejo de Informativos de TVE denuncia intentos para la creación de una redacción sumisa y al servicio del poder. Ahora. En año electoral. Casualidad. Lástima que no haya sido la única, pues no es la primera vez que la televisión pública ha sido objeto de manipulaciones con fines electoralistas.

La televisión pública la pagan todos los españoles. Los de izquierdas, y los de derechas; dos conceptos, a mi gusto anacrónicos, que fundamentan la profunda división actual entre monárquicos y republicanos. Pero dejando este tema a un lado, es evidente que los españoles no estamos de acuerdo en todo. Cada uno de nosotros tiene una opinión propia sobre las distintas cuestiones y noticias que componen la actualidad nacional. Es en esta situación cuando la imparcialidad más absoluta de TVE deviene un factor importante. Sobre todo en sus informativos. Porque es precisamente ese principio de no alineación el que ha de diferenciar a TVE de las demás cadenas de televisión privadas. Creo firmemente en ello y no me cansare de repetirlo: la neutralidad de la televisión pública es básica para la existencia de un Estado democrático.

Sin embargo, hoy en día aceptamos esta noticia como una más. Una injusticia como muchas otras que nuestro país sufre, ha sufrido y sufrirá. La indiferencia de unos y la resignación de otros nos acaba llevando al conjunto de la población española a un ambiente de tolerancia frente a estas injusticias. Ahora, solo nos queda esperar que la valentía de estos periodistas se vea finalmente recompensada y cesen estos intentos, de unos y otros, de politizar a diestro y siniestro lo que se supone, ha de ser una fuente de información neutral para todos los españoles.

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