Las cincuenta sombras de Paula
Por Eley Grey , 15 febrero, 2015
Esta mañana todo ha salido mal. En clase no he dado pie con bola y mis amigas se han enfadado conmigo. No quieren que siga viendo a Víctor. Cada día estoy más segura de que sienten celos. Nunca tendría que haberles contado nada. Lo utilizan en nuestra contra. Deja de verlas, eso me dice él. Tiene razón, hoy me lo han dejado claro.
Ahora escribo en el metro, de camino a casa. No puedo evitar sentir como un vacío en el estómago por haberles dicho todas esas cosas. En el fondo hay algo que me dice que no se lo merecen. Ayer estábamos tan bien, y hoy ya no nos hablamos. Ayer fuimos todo el grupo al cine. Vimos Las cincuenta sombras de Grey. Estuve con Víctor todo el tiempo y no me arrepiento de nada. Es una película genial y a todos nos encantó. Está muy bien hecha (aunque no he leído el libro). Menos mal que han sacado la peli porque con lo poco que me gusta leer seguramente nunca lo hubiera hecho. ¡Lo que me habría perdido!
Pero hoy todo ha salido mal, mis amigas ya no me hablan, y Víctor… no sé qué le ha pasado. Ayer estaba todo tan bien que ojalá pudiera volver el tiempo atrás. Sólo quiero llegar a casa y meterme en la cama. Esta tarde le he enviado cientos de mensajes, pero no me contesta. Aún no entiendo qué le he hecho, si lo he dejado todo por él. Me he pasado todas las horas de la tarde en clase mirando su silla, no entiendo qué ha pasado, qué he dicho y dónde ha estado. Dónde está, porque he esperado hasta que han cerrado las puertas del instituto y no ha aparecido.
Por suerte hoy mamá no llegará hasta tarde. Aprovecharé para meterme en la habitación y así no me verá. Odio que la gente me mire así, a Víctor tampoco le gusta y lo entiendo. Me saca de mis casillas. Lo hacen escondiendo miles de preguntas, no sé por qué no hablan, a lo mejor les contaba. Pero son más cobardes que yo, está claro.
Acabo de rascarme el ojo y me ha dolido mucho, no recordaba por qué llevo las gafas de sol si ya es casi de noche. Creo que mis amigas tenían en parte razón, esta vez se ha pasado.
Pero ayer estaba todo tan bien que ojalá pudiera volver el tiempo atrás.
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Paula sólo es una pieza más, una importante pieza más de este sistema que crece a base de valores que fomentan la sumisión, el control, la violencia y el sexismo. Paula es una piedra más de este muro que se construye con cada insulto, menosprecio y silencio recibido.
Su caso no es más importante porque se trate de una adolescente, pero quería recordar que Paula aún está creciendo, se está formando como persona y no está recibiendo ningún tipo de ayuda o escucha activa en su casa o en su instituto.
Algo está pasando y como docente me siento con parte de responsabilidad.
Algo está pasando y desde aquí, hoy quería gritarlo, porque a veces las sombras no son tan oscuras, porque a veces hay cosas que las sombras no pueden tapar y es por ahí por donde debemos empezar.
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