Llegan noticias del norte
Por Saúl , 6 octubre, 2015
Es algo habitual que mis ojos pestañeen más lento en el instante en que el artista irrumpe en el escenario. Que no atiendan al detalle, por el exceso de ambición en querer lograrlo, de los movimientos que han llevado a César Pop a situarse, como por arte de magia, en el centro de la escena y colgarse la guitarra que luego cambiará por el piano para volver a ella y establecer un seductor devaneo entre uno y otro instrumento, durante la hora larga de recital. Acompañado de la orquesta Pinha, con impronta a cabaret y que dota de algarabía superlativa a unas letras intimistas y canallas. Una colección de canciones que otorgan identidad a Noticias del norte, segundo trabajo discográfico que el asturiano presentó en la sala Galileo Galilei, en Madrid, el pasado 29 de septiembre, ante un público devoto que correspondió a la generosidad de Pop y su banda con un atento silencio, interrumpido por aplausos renovados entre canción y canción.
En una noche en que la música estuvo al servicio de la reivindicación de los orígenes, de la exaltación de los anhelos y de confesiones que dejaron a la vista arañazos (des)controlados al corazón, César Pop invitó a contemplar un horizonte que atiende a un juego de contrarios que disparan la imaginación y agitan las emociones. Y desbordan naturalismo: Noticias del norte huele a campos cubiertos de rocío y a noche cerrada en la ciudad; suena a rumor de mar y al eco que se escapa por la puerta entreabierta de un piano bar, y tiene el tacto de las briznas de hierba que se enredan en los dedos y del roce fugaz entre quienes se cruzan a una señal del verde de los semáforos.
Noticias del norte también es poesía. La de Luis García Montero y su Canción víbora, con sus versos de cierre porque el mundo es así, y vengo herido, / ten paciencia conmigo que coronan la intimista Ten paciencia y sientan muy bien a la voz de Quique González, quien regaló una interpretación candorosa y desgarradora en su fugaz visita al escenario. De nuevo, el juego de contrarios, que encontró su exponente más elevado en Magia. Ya se encargó el propio Pop de recordarlo a punto de finalizar el recital, solo en el escenario y sentado al piano, ante un público con la respiración contenida que clausuró la velada con una ovación y puesta en pie, en señal de admiración al muchacho de Navia, que al fin reina en las noches de Madrid.
Marisa G. Sánchez
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