Encadenados a Ingrid Bergman
Por María J. Pérez , 29 agosto, 2015
“Voy a conservar este diario y ocultarlo para siempre. Tengo catorce años, dos meses y tres días. Nací el 29 de agosto de 1915. Mis padres fueron Friedel Adler y Justus Bergman. Fui bautizada como Ingrid. Era espiritual, irritante, terca y salvaje”.
Así comenzaba el diario personal de la mítica actriz Ingrid Bergman que un día como hoy de hace ya cien años nacía en Estocolmo.
Y esa terquedad que apuntaba en su adolescencia se manifestó a lo largo de su vida cuando Ingrid, huérfana de madre desde los dos años y de padre desde los doce, tomó la decisión a edad temprana de actuar al debutar en 1935 con El conde del Puente del Monje, de Edvin Adolphson y Sigurd Wallen.
Al año siguiente actuaba en la primera versión del melodrama romántico Intermezzo de la mano de Gustav Molander, de gran éxito para el cineasta sueco y para los actores que en ella intervinieron.
Gracias al film y al productor David O. Selznick, que compró los derechos de la historia, comenzaría un largo periplo para la actriz en la Metro Goldwyn Mayer cuya interpretación del remake de Intermezzo, coprotagonizado por Leslie Howard y dirigido por Gregory Ratoff, volvió a triunfar.
Después de su primer matrimonio con el dentista Petter Lindström, fruto del cual nació su primera hija Pia Lindström, tuvo que lidiar una ardua batalla por su custodia cuando Bergman decidió abandonar el hogar familiar para unirse al director de cine Roberto Rosellini.
Las consecuencias de aquella acción, fuertemente criticada por la sociedad puritana estadounidense fueron el rechazo hacia ella y largos años sin poder verse madre e hija. Pero como decía la actriz: “No me arrepiento de nada. No habría vivido mi vida como lo hice si me fuese preocupando por lo que la gente iba a decir”.
Y es así como también, antes de contraer segundas nupcias con el director italiano, nació Roberto, el primogénito de ambos artistas, entre una fuerte polémica mientras aún estaban unidos legalmente a sus parejas anteriores. Una vez formalizada su unión nacieron las gemelas Isabella e Isotta. La primera, actriz y modelo. La segunda, profesora de Literatura.
“Sé tú mismo, El mundo rinde culto a la originalidad”
Era uno de sus lemas, y de ese modo, su nombre y su imagen no fueron cambiados, por expreso deseo de la actriz, que veía como el resto de las actrices extranjeras que llegaban a Hollywood perdían su identidad para convertirse en un producto del cine norteamericano, adaptándose así a los estándares del momento.
Su estatura de 1,75 metros, su belleza natural y sus dotes interpretativas fueron las armas que utilizó para conquistar Hollywood y al público y lo hizo manteniendo siempre su esencia por sus profundas convicciones y por tener presente la naturalidad y la importancia de ser ella misma sin importar lo que opinaran los demás.
Larga y reconocida trayectoria profesional
Cinco Globos de Oro y tres premios Oscar, entre otros galardones, son el resultado de su trayectoria profesional, además de formar junto a Bette Davis, Katherine y Audrey Hepburn el cuarteto femenino más importante de la historia del cine, auténticos mitos del Séptimo Arte.
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en «Casablanca.»
Cansada de sus personajes un poco estereotipados decidió interpretar a la prostituta de Ivy Patterson en El extraño caso del Doctor Jekyll en 1941 de Victor Fleming antes de ser cedida a la Warner por Selznick para interpretar a Ilsa Lund en la inolvidable Casablanca en 1942 de Michael Curtiz donde brilló junto a Humphrey Bogart.
Apenas un año después volvía a cosechar nuevo éxito con la cinta Por quién doblan las campanas, adaptación de la famosa novela de Ernest Hemingway, por la que consiguió su primera nominación al Oscar que finalmente se llevó Jennifer Jones por La canción de Bernadette.
Charles Boyer e Ingrid Bergman en «Luz que agoniza»
A su regreso a la Metro fue cuando obtuvo la deseada estatuilla por Luz que agoniza, de George Cukor que protagonizó con Charles Boyer y Joseph Cotten.
Cary Grant e Ingrid Bergman en «Encadenados» de Alfred Hitchcock
Las tres películas que rodó con Alfred Hitchcock: Recuerda (1945) con Gregory Peck, Atormentada (1949) con Joseph Cotten y Encadenados (1946) junto a Cary Grant la mantuvieron en la merecida fama.
Ingrid Bergman en «Stromboli»
Ya se presagiaba la historia de amor entre Rosellini y Bergman cuando ésta escribió al cineasta romano solicitándole el papel de Karin en Stromboli, obra en la que el artista muestra su corriente más neorrealista. Y fue a raíz de la película cuando se fraguó su romance y sonado escándalo que impidieron algunos años a la actriz demostrar su virtuosismo profesional, aunque éste al final se impuso.
Recién obtenido el divorcio de Rosellini ganó otro premio de la Academia de Hollywood por Anastasia junto a Yul Brynner y dirigido por Anatole Litvak, aunque Ingrid no asistió a la ceremonia y Grant recogió en su nombre el trofeo. Continuó su imparable andadura cinematográfica con la comedia Indiscreta con Cary Grant en 1958, al mismo tiempo que se casaba por tercera vez con el productor teatral Lars Schmidt cuyo matrimonio duró dieciocho años.
El tercer Oscar vino en 1974 como actriz secundaria en la versión cinematográfica de Agatha Christie Asesinato en el Orient Express de Sidney Lumet a la vez que decidió seguir otros derroteros en el teatro que le dio muchas satisfacciones.
Liv Ullman e Ingrid Bergman en «Sonata de Otoño»
Su último trabajo en el cine a finales de los años setenta, con su compatriota Ingmar Bergman y por la que recibió su última nominación a los galardones de la Academia de Hollywood, presagiaban su enfermedad en Sonata de Otoño sin ni siquiera darle tiempo a recoger su Emmy por su interpretación de la Primera Ministra israelí Golda Meir en la pequeña pantalla.
Un documental como homenaje
De izquierda a derecha Isabella Rossellinni, Pia Lindström, Isotta Rossellini y Roberto Rosellini
Con ocasión del centenario de su nacimiento, sus cuatro hijos se reunían el pasado lunes en Estocolmo para asistir al preestreno del documental titulado “Ingrid Bergman, en sus propios palabras”, realizado por el director sueco Stig Björkman.
“Un retrato rico y multicolor de este extraordinario ser humano” Así describe Björkman a la intérprete a través del acceso privilegiado a documentos inéditos –diarios, cartas, notas, fotografías y películas- además del testimonio de sus hijos para poder dar de esa forma una idea muy aproximada y completa de la vida de la mítica protagonista de Casablanca.
Hoy recordamos a esta magnífica actriz que murió también un 29 de agosto en Londres, a los 67 años debido a un cáncer de mama.
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