Los sueños de Gaiman.
Por Esther Bendahan , 6 junio, 2014
Acabo de leer una entrevista y quiero compartir. Moisés Hassán, un joven enamorado del cómic ha tenido la oportunidad de entrevistarle. Gaiman quien acaba de visitar Madrid y se agotaron entradas, si, gente pagando por escuchar su autor, eso me devuelve la ilusión en el futuro del libro, del cómic, pero también del libro.
Por Moisés Hassán. Gaiman es un autor británico conocido especialmente por su galardonada serie The Sandman, además de múltiples libros como American Gods, Buenos Presagios o Coraline. Vino a España para presentar su libro “El océano al final del camino” y nos concedió un tiempo en el que pudimos preguntarle una serie de cuestiones, ni la mitad de la que nos hubiese gustado, pero hemos intentado ceñirnos a varios temas representativos de la obra del autor. En todo momento se mostró plenamente accesible, amable y sinceramente agradecido de que fuéramos sus seguidores.
Me gustaría empezar preguntando acerca de la planificación de tu trabajo. Ayer comentaste que siempre lo planificas con anterioridad, salvo con “El océano al final del camino” que fue completamente accidental. ¿Cómo o cuando decides si es para un cómic, una novela o un guion? ¿Cómo te preparas para escribir, eres más de preparación o de inspiración? Tienes tres grandes preguntas ahí, así que si me pierdo alguna recuérdamelo al final.
Cuando empecé como un joven escritor planeaba todo cuidadosamente, hacía esquemas muy cuidados. El problema de hacer un esquema, es que cuando te toca escribir la historia es como colorear por numeritos. No hay arte. Así que ahora tiendo a idear el argumento de un modo mucho más general. Sé que estoy en Madrid, voy a realizar un viaje de Madrid a Munich, sé el tipo de viaje, se bastante bien por donde voy a ir y si voy a hacer autostop de Madrid a Munich. Tengo que apuntar la manera de seguir pero, ese será mi viaje. El problema con ese viaje es que a veces no sabes cuánto va a durar, lo mismo que en cualquier viaje humano. Crees que vas a caminar a través de la ciudad y que durará media hora, pero no esperas ser golpeado por un coche e ir al hospital; no esperas encontrarte a un viejo amigo e ir a tomar un té y que las cosas se alarguen, se hagan más grandes. En El océano a final del camino creía estar escribiendo una historia corta, pero… me equivoque. Me había preparado para hacer un viaje corto y cuando llegue al primer lugar de mi viaje, me encontré gente que me dijo “nos vamos a Paris durante el fin de semana, ¿Por qué no vienes con nosotros?” Y así lo hice, por lo que el viaje duró mucho más de lo que pensaba. Cómo saber qué va a ser la historia, es otra extraña pregunta para la que hay respuestas simples. Si aparece en mi cabeza con imágenes, debe tener imágenes y si las imágenes no necesitan estar en movimiento, probablemente será un buen cómic. Si aparece en mi cabeza y exige tener resiliencia emocional necesitamos gente de verdad, necesitamos movimiento, voces, necesitamos cosas que nos importen y tiempo, probablemente vaya a ser cine o televisión, quizás radio. Si aparece en mi cabeza y lo que yo quiero hacer es hacerte a ti, el lector, hacerte a tí la persona que experimenta la historia que estoy creando, hacerte cómplice de mi historia, hacerte colaborador… entonces debe ser prosa. Porque lo bonito de la prosa es que te daré veintiséis personajes y estará lleno de signos de puntuación, los cogerás y construirás un mundo. Construirás un mundo en tu cabeza.
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