Mandela: Long walk to freedom
Por Redacción , 24 noviembre, 2014
POR MARTHA TENA JUAREZ
Prisoner 46664. Madiba, se ha convertido en uno de los personajes más influyentes del siglo XX y principios del XXI. Consagrándose como un símbolo de tolerancia y dignidad, y como un luchador en contra del apartheid. Su figura ha transcendido hasta la gran pantalla, en varios films y documentales.
Nelson Mandela murió el 5 de Diciembre de 2013, al mismo tiempo que en Londres tenía lugar la premiere de la película dirigida por Justin Chadwick que abarcaba gran parte de la vida del famoso presidente. Durante el mismo, las hijas de Mandela, Zindzi y Zenani, fueron informadas de la muerte de su padre, y aunque se les ofreció la posibilidad de posponer el estreno, ambas decidieron que se emitiera a pesar de todo. El público sólo tuvo conocimiento una vez la película hubo terminado, cuando, en mitad de los créditos, uno de los coproductores se subió al escenario para anunciar la triste noticia, seguida inmediatamente de dos minutos de silencio. Mandela: Del mito al hombre se ha beneficiado indirectamente de esta situación, revistiendo todo su marketing publicitario en la figura solemne del ex presidente sudafricano.
El biopic recala todos los momentos más importantes de la vida de Madiba, desde su infancia hasta el comienzo de su mandato. 50 años que se resumen, a duras penas en este film de 2 horas y media. Más que un biopic, resultaría un homenaje a título póstumo. Y es que, el metraje se construye de forma episódica, donde algunos momentos son imposibles de hilar y pierden la continuidad que requiere la trama.
Cabe destacar la gran interpretación de ambos personajes principales, Mandela ( Idris Elba), y Winnie Mandela ( Naomie Harris). Idris Elba se convierte en el punto más fuerte del film, al conseguir una interpretación perfecta, tanto en los gestos como en su voz. Naomi Harris, consigue dar esos cambios de registro paulatinos que el personaje va necesitando. Desde una joven que se encuentra en la sombra sociopolítica proyectada por su marido, hasta convertirse en el eje por el cual se mueve toda la lucha armada. Momentos en los que ambos, gracias a su interpretación, dotan al largometraje de emoción.
En cambio, la caracterización de los personajes es pésima, sobretodo, en el personaje de Madiba. Un rostro plano, donde las prótesis y el maquillaje dejan mucho que desear. Ya que no podemos contemplar en su rostro la emoción transmitida en cada momento por el personaje.
En cuanto al punto de vista técnico se trata de una historia lineal, rodeada de flashback y momentos cargados de una atmósfera idílica que evocan la infancia. Una utilización colorista del film recreando a los metrajes de los años 70. El biopic en ciertos momentos, olvida esta plasticidad del color para convertirse en un documental.
En definitiva, destaca los momentos más importantes de la vida de Nelson Mandela, pero a la vez, pierden la relevancia que poseen. Una película que sobrevive cinematográficamente hablando, gracias a la gran interpretación de todos sus personajes.
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