Portada » Cultura » Marina Reche, sentido y sensibilidad para una artista «tocada por la luz»

Marina Reche, sentido y sensibilidad para una artista «tocada por la luz»

Por Mariano Velasco Escudero , 19 abril, 2023

Reportaje fotográfico de Silvia Peydró @fhotopey

Cuando allá por 2018 dos jovencísimas hermanas Reche se presentaron al casting de Operación Triunfo, quiso el destino que fuera la mayor, Alba, quien entrara en la academia y que la pequeña, Marina, se quedara a las puertas. Para cualquier artista en ciernes, como era el caso de ambas por entonces, semejante disgusto, al de Marina me refiero, bien hubiera podido significar una renuncia a la carrera artística, un “a otra cosa, mariposa”. Sobre todo tratándose de una actividad, esta del arte, en la que los sentimientos, la sensibilidad y la emoción andan desbocados, de manera tal que, quijotescamente hablando,  aplacan el raciocinio y ciegan el sentido. Lo que viene siendo que te dejan tonta, vamos. Pero en el caso de Marina Reche, como bien refleja el título de su primera canción, por suerte “no fue así”.

Marina Reche, en sus primeros conciertos (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

No lo fue, porque ahora Marina Reche nos sorprende con una colección de canciones que demuestran que si la menor de las Reche no entró en la famosa academia televisiva sería porque aquel no era su momento – “siempre me miras pero no me ves”, nos canta en otro de sus temas – pero desde luego no porque no tuviera la suficiente calidad para iniciar la aventura que tan brillantemente recorrió su hermana Alba, a quien hoy bien se puede catalogar como una de las más destacadas intérpretes de este país y una de las voces más personales y emocionantes que uno pueda escuchar.

Marina Reche, en concierto (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

En el caso de Marina, tal vez más pausadamente que su hermana al no contar con el espaldarazo que para cualquier artista supone la exposición y la etiqueta “OT”, bien que se está trabajando un hueco en el panorama musical, pisando firme en cada pasito que está dando, últimamente más seguidos y contundentes que nunca, desde que se lanzara, colaborando con Juancho Marqués, en el tema «A Ciegas».

Marina Reche, junto a Juancho Marqués (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Porque Marina Reche nos ha ofrecido ya este año una colección de temas – y parece que habrá más y que se espera más pronto que tarde la publicación de un trabajo conjunto – que si por algo se caracterizan es por ser bien distintos, lo cual puede significar dos cosas: una, que la artista todavía anda puliendo su carta de presentación, o dos – servidor se inclina más por esta – que Marina Reche apuesta precisamente por la variedad.

Marina Reche, en concierto (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Comenzó su aventura más reciente con el mencionado No fue así”, pareciendo querer ser fiel a su caminar discreto, pues lo hizo respaldada por una muy sencilla instrumentación, apostando por un sonido limpio de guitarra que le sienta de maravilla a la dulzura de su voz, como lo hacen también las historias de corazones rotos. A pesar de su razonada decisión de tirar pa´lante al quedar fuera de la academia, aquí ya dejaba bien claro Marina que su propuesta artística iba a tener como fondo de armario el mismo que en más de un momento de su vida habrá compartido con su hermana y que ambas llevan por bandera: el de la sensibilidad. Las cartas, sobre la mesa desde el principio: puede que toque llorar un poquito, pero no pasa nada.

Luego vino “Dos extraños”, una canción que busca un evidente contraste entre una letra desesperada y una música esperanzadora para indagar en el sentimiento de ruptura de pareja, que afronta, primero con temores e inseguridades (“si te atreves con alguien más, si ya te ves sin mí en el sofá, qué miedo me da”), para luego aferrarse al perdón (“no hay culpa tuya o culpa mía”) y acabar desembocando en la resignación (“nos cruzamos sin mirarnos, como dos extraños”).

Pero como tiene que haber y hay de todo en esto del corazoncito, en “13+1” aparece una Marina que retoma el ritmo pausado de sus composiciones y la aceptación de la ruptura (“andábamos a la vez, pero te perdí el ritmo”), pero a la que se le acaba haciendo bola lo de la superación, que tampoco pasa nada por no ser una perfecta (“estaré bien, solo siento que me he perdido”).

Y así nos vamos de cabeza a ese “No me ves”, el tema más reciente de esta prometedora artista, que rompe con todo lo anterior y con el que, cuando ya nos creíamos que todo iban a ser lamentaciones y llantos, esta chica va y se nos vuelve pelín “antisocial”, saca su lado más rebelde y se lo pasa y nos lo hace pasar en grande con un divertidísimo, pegadizo y bailable estribillo (“no sé por qué ieh ieh ieh, me sienta bien ieh, ieh, ieh, estar siempre despierta cuando todos se duermen…”). Actitud que le sienta, dicho sea de paso, muy requetebien.

Marina Reche se ha ido curtiendo todo este tiempo formado parte de la banda de su hermana, a quien acompaña desde el principio como segunda voz, y contribuyendo al gran éxito que ha tenido la reciente gira de Honestamente Triste, el último y muy personal trabajo de Alba Reche. De Marina dicen quienes la conocen bien que además de su indudable aportación vocal a la banda, ella se distingue también por marcar el ritmo del buen rollito con sus risas y su especial sentido del humor.

Marina Reche (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Con todo, no seré yo quien diga que Marina ha creciendo “a la sombra” de su hermana. ¡Qué sombra ni qué sombra! Primero, porque ya he escrito, diría que en más de una ocasión, que en Alba Reche de sombras nada de nada, que si algo desprende su deslumbrante propuesta artística es todo lo contrario. Y segundo, porque la propia Alba le ha dedicado a Marina una canción con un título bien significativo: “Tocada por la luz”. “Y aunque no me lo pidas, yo por ti casi creo en Dios”, le canta «religiosamente» a su hermana. Quienes hemos escuchado al menos una vez en los concis este lujo de canción, todavía no grabada, te pedimos por favor, Alba-Reche-de-mi-vida-y-de-mi-corazón, grábala ya, que nos tienes en un sinvivir, ahí todito el santo día busca que te busca en el spoty a ver si sale ya.

Marina Reche, durante la gira «Honestamente Triste» (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Volviendo al asunto de la sensibilidad, el raciocinio y a aquello de la relación entre hermanas, acordándome estoy según voy escribiendo del muy singular juego literario y argumental que proponía la escritora Jane Austen en su novela Sentido y Sensibilidad, ambientada en la Inglaterra previctoriana, a propósito del carácter tan diferente de sus dos hermanas protagonistas y sus sendas historias de corazones destrozaditos. ¡Cuánto sufrimiento el suyo!

Marina Reche, junto a su hermana Alba Reche (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Sí, vale, me he ido un pelín lejos con la comparación, pero me viene al pelo para terminar, porque mientras Austen ponía en contraste el raciocinio de la una frente a la sensibilidad de la otra para hacer frente a sus heridas del alma, en el caso de las hermanas Reche, visto lo visto y escuchado lo escuchado, uno diría que al final las dos se inclinan firmemente sobre todo por lo segundo, la sensibilidad, aunque lo hagan sin llegar a menospreciar lo primero, el sentido. Equilibrio que se logra más fácilmente – ya lo hubieran querido las hermanas Dashwood, las pobres mías -, si una está, como es el caso, “tocada por la luz”.

Marina Reche (fotografía: Silvia Peydró @fhotopey)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.