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Medalla Nacional de Humanidades de EEUU para el chef Jose Andrés

Por María J. Pérez , 17 septiembre, 2016

Barack Obama con el chef Jose Andres

Cómo iba a imaginar el chef español Jose Andrés, cuando llegó a Estados Unidos con 21 años, que 25 después habría conseguido ser reconocido internacionalmente por haber popularizado la cocina más vanguardista y tradicional española entre los americanos. Un éxito profesional que se ha traducido en la apertura de numerosos restaurantes, la mayoría de ellos en Washington, situados también en Miami, Puerto Rico, Las Vegas, Los Ángeles, y en Ciudad de México. Y este triunfo cosechado ha tenido frutos con diversas condecoraciones como la que el próximo jueves 22 de septiembre recibirá de manos del presidente Barack Obama en la Casa Blanca, cuando le otorgue la Medalla Nacional de las Humanidades 2015. El mencionado trofeo es considerado como uno de los mayores honores que el país realiza al mérito civil.

El comunicado de la Casa Blanca asegura que José Andrés recibirá la medalla en consideración a su labor para “cultivar nuestros paladares y definir nuestra cultura” y porque ha “introducido ingredientes nuevos y vibrantes en nuestro país, bien a través de sus técnicas innovadoras en la cocina, su trabajo en tecnologías limpias, el acceso a la educación o la inspiración que representa para los nuevos americanos”. Tras hacerse pública la condecoración, el cocinero español ha declarado a través de las redes sociales que se siente honrado de recibir el trofeo. “Gracias a mis equipos, mis socios y todas las personas con las que tengo la suerte de trabajar”, ha añadido Andrés que recibirá la distinción acompañado de otros doce premiados entre los que figuran artistas de la talla del actor Morgan Freeman, la escritora Sandra Cisneros, el compositor Philip Glass o el humorista Mel Brooks.

El presidente de Estados Unidos ha destacado en varias ocasiones el trabajo del empresario, como las declaraciones que realizó con motivo de un acto para recaudar fondos para el Partido Demócrata: “Es el ejemplo número uno de lo que ocurre cuando damos a los inmigrantes la oportunidad de echar raíces en este país y crear negocios y empleos”. Y es que el dirigente de EEUU conoce sobradamente su restaurante de Washington y los proyectos que realiza el restaurador de comedores sociales y de ayuda a la recuperación de Haití, tras el devastador terremoto, pues Andrés es un gran defensor de la lucha contra el hambre en el mundo, así en 2012 creó la ONG World Central Kitchen, con proyectos dirigidos a proporcionar soluciones inteligentes en la lucha contra el hambre y la pobreza.

Gastrónomo innovador donde los haya, ha dejado patente su vocación culinaria a través de libros y de una etapa como presentador televisivo. Este asturiano de Mieres, de 47 años, y ciudadano americano desde 2013, comenzó a estudiar en la Escuela de Restauración y Hostelería de Barcelona con tan solo quince años y por aquel entonces también compaginaba los estudios reglados con su aprendizaje en el restaurante El Bulli con su amigo y mentor Ferrán Adriá y fue el que introdujo el concepto de la tapa en EE.UU. No es la primera condecoración de Andrés, en 2014, le fue concedida la Orden de las Artes y las Letras de España y al año siguiente la Medalla al Mérito Turístico a la Internacionalización a José por el gobierno español. Asimismo, en ese mismo año, la Fundación James Beard le premiaba con el “Outstanding Chef Award”, también la revista Time en 2012 le incluía en su lista Time 100, que recoge a las “100 Personas Más Influyentes en el Mundo”.

Este privilegio le llega al restaurador español coincidiendo con la batalla legal que mantiene con el candidato republicano Donald Trump en la Corte Superior de Washington por una demanda interpuesta por el magnate contra el chef en la que le reclama diez millones de dólares por incumplimiento del acuerdo para gestionar el restaurante español en el Trump International Washington DC. La razón no es otra que las descalificaciones de Trump hacia los hispanos, que ha provocado la reacción del cocinero, rompiendo el contrato para la gestión de el nuevo local en la capital estadounidense. Por su parte, el chef español le pide al multimillonario ocho millones en concepto de daños y perjuicios.