Moto G – Un móvil de gama media que dará de qué hablar

El  Motorola XT1032, más conocido como Moto G, ha sido la gran apuesta económica de Google que no ha dejado indiferente a nadie. Fue lanzado al mercado en nuestro país el pasado 16 de diciembre y tuvo una gran acogida entre el público: tanto ha sido así que tardó poco más de tres semanas en agotarse en muchos puntos de venta. ¿Su secreto? su bajo precio: tan sólo 175€, aunque al otro lado del charco pudieron hacerse con este móvil, en algunas tiendas, por el módico precio de 99$ (73€).

Un diseño exterior ergonómico y de calidad

A pesar de la tendencia de crear móviles demasiado grandes a gusto de una servidora, Google ha conseguido crear un móvil bastante manejable, a no ser que uno tenga los dedos cortos, en cuyo caso puede verse con dificultades para abarcar toda la pantalla con una sola mano. En cualquier caso es un móvil muy fino, suavizado en sus bordes  y muy ligero.

Su carcasa, resistente y de gran calidad, cuenta con un detalle añadido que muchos echábamos de menos: las carcasas intercambiables para poder customizar el terminal a gusto del consumidor. En el caso del Moto G tenemos varias carcasas oficiales de distintos colores: turquesa, rojo, amarillo…

Su pantalla no tiene desperdicio en absoluto y sin duda es uno de los puntos más fuertes del Moto G. Cuenta con una pantalla LED de 4,5 pulgadas, con una resolución de 720p, al igual que su hermano mayor de gama alta, el Moto X, el cual sale perdiendo en píxeles por pulgada, aunque de manera casi inapreciable. También hay que señalar que es una pantalla muy sensible, lo que facilita mucho la interacción con ella, tanto en la escritura como en otros menesteres, véase juegos o manipulación de archivos.

Otro punto a favor de esta pantalla es que no se raya fácilmente debido a su especial fabricación orientada a ello y tampoco se llena de huellas con la misma propensión que tantas otras, lo cual ya era hora en la era de los móviles táctiles, precisamente.

Un rendimiento digno de la gama alta

Poniéndonos técnicos, el Moto G dispone de un procesador Qualcomm Snapdragon 400 de cuatro núcleos con una velocidad de 1 GHz. Así mismo, cuenta con una GPU Adreno 305 que permite al usuario una buena experiencia multimedia.

Sin duda, uno de los pinchazos más significativos del Moto G es la cámara, que a pesar de sus 5 megapíxeles,  sólo hace buenas fotografías en las cortas distancias y con una gran cantidad de luz. Además, su enfoque peca de excesiva lentitud. En definitiva, se trata de una cámara que no hace justicia con respecto a la definición de su pantalla que, como ya he comentado, es impresionante dado el precio en el que nos estamos moviendo. Por otro lado, los amantes de las virguerías audiovisuales podrán deleitarse con grabaciones a cámara lenta, un detalle sencillo pero que no deja de ser curioso y divertido.

Otro problema significativo que sin duda decepcionará un poco a los usuarios es la escasa memoria interna del dispositivo (16 Gb en su modelo más caro, 8Gb en el modelo más económico) y la imposibilidad de ampliar la memoria con una tarjeta SD, ya que carece de ranura para esta, al igual que el Moto X, algo que realmente es difícilmente perdonable en un gama alta.

Para intentar subsanar esta escasez de espacio, Google ofrece a los usuarios de Moto G 50GB de almacenamiento gratuito en Google Drive, regalo que expirará pasados dos años, por lo que pasado este lapso de tiempo nos veremos obligados a pagar en Google Drive, renovar nuestro terminal o apañarnos con la limitación de espacio que suponen estos 8 Gb o 16 en el caso de los más afortunados. Este apaño de Google es, a corto plazo, algo de agradecer, pero a fin de cuentas estos 50GB en Google Drive no solucionarán problemas de espacio interno a la hora de instalar nuevas aplicaciones o actualizar las ya instaladas, algo que pasa tarde o temprano en todo Smartphone.

En cuanto a las aplicaciones, el Moto G apenas cuenta con personalización propia del fabricante, siendo muy escasas (y a la vez útiles) las aplicaciones instaladas por defecto y, por tanto, no desinstalables. Éstas son las propias de Google (Gmail, Chrome, etc) y algunas de Motorola que, para variar, están ahí para algo más que rellenar: como es el caso del Motorola Assist, un asistente que según le ordenemos pondrá el móvil en silencio mientras dormimos o mandará mensajes automáticos a quien nos llame mientras estamos en una reunión indicada en el calendario.

Pero como ya decíamos, no todo el monte es orégano: tampoco dispone de la nueva conectividad 4G, que como ya sabemos nos permitiría ver vídeos, descargar archivos, etc., con más rapidez, permitiéndonos una conectividad prácticamente inmediata. Sin embargo no es un problema realmente grave, ya que en la práctica el 3G ya cuenta con una velocidad muy aceptable de intercambio de datos y no acaba con la batería del dispositivo tan rápidamente como lo haría el 4G (no son pocas las personas que utilizan su Smartphone en modo 2G con el fin de ahorrar batería), por lo cual con Moto G podremos disfrutar de más horas de autonomía.

Y hablando de autonomía, este es un detalle muy positivo y destacable del nuevo aparato de Motorola, que ha resultado estar muy correctamente optimizado en este aspecto, ajustando de una manera más que adecuada su, en ocasiones limitado, hardware. De este modo, tenemos en nuestras manos un móvil con una autonomía nada desdeñable (dos días sin necesidad de carga, dedicando el 50% de este tiempo a consumo de pantalla) y que, gracias a su gran integración con Android nos ofrece gran rapidez y fluidez a partes iguales, incluso si hablamos de multitarea, la cual maneja, dicho coloquialmente, de miedo.

Aprovechando que hemos mencionado Android y nos acercamos a la finalización de esta reseña, no podemos obviar que Motorola ha cumplido su promesa de actualización y el Moto G ha recibido estas últimas semanas el nuevo Android 4.4 KitKat, el cual ha terminado de pulir una máquina fluida, rápida y muy eficiente.

En definitiva, aquellos que no gozamos de grandes presupuestos a la hora de adquirir nuevos móviles tenemos ante nosotros la oportunidad de adquirir un terminal moderno, de especificaciones muy correctas y sobre todo realmente económico. Aunque sin duda, si lo que buscas es alta tecnología, te recomiendo que hagas acopio de bastante capital porque te hará especial falta. En caso de no tener una hucha a mano o de tener otras prioridades a la hora de gastar dinero, es de agradecer que exista un gama media-alta tan amable con nuestros bolsillos como lo es el nuevo Moto G.

María Molina