Mujeres de cristal, de Virtudes Reza
Por José Luis Muñoz , 24 enero, 2014
Extraordinario como breve el poemario Mujeres de cristal (Playa de Ákaba, 2013) que Virtudes Reza (Algeciras, 1970)—No tardes en volver a la cristalera del tiempo (Ledoria, 2012)—publica en esta nueva editorial que espero tenga un muy largo recorrido. Reúne un conjunto de poemas, acompañados por ilustraciones propias con una desnudez formal en donde los adjetivos se ausentan.
Escuché sonidos en la oscuridad de mi mente,/donde el martilleo de palabras cae en cascada,/donde la dignidad yace sin nombre;/escuché la desesperación de mi sangre,/la impotencia de mis segundos,/la resignación de mi cuerpo, escribe en el titulado Mujeres de cristal, el poema que da nombre al poemario.
Giran los versos de Virtudes Reza alrededor de esa epidemia machista que sacude la sociedad española y denominamos violencia de género, un goteo de muertes sin sentido perpetrada por hombres que creen que las mujeres son de su propiedad y que si no son suyas no son de nadie. Parecen escritos sus versos desde la soledad y la angustia, desde el mismo silencio que sigue a los golpes.
Pelo canoso,/cicatrices del tiempo,/cicatrices del dolor callado,/no reconozco la imagen, destila Reza en el llamado La sombra.
A veces, como en este terceto, la brevedad es suficientemente expresiva como para estremecer al lector que se detiene en sus palabras.
Seré una cara,/en tus manos de sangre/ seré desierto.
O en otros se trasluce el sentimiento de culpa que suele acompañar a las víctimas del maltrato que, en su esquizofrénica relación con su verdugo, creen ser la causa de su justa ira.
tal vez merezco la mano que golpea mi rostro,/tal vez merezco la oscuridad, tal vez merezco las palabras que golpean mi corazón de cristal,/tal vez sea normal,
No hay ira en los versos de Virtudes Reza, pero tampoco resignación; son una denuncia efectiva de lo que pasa, todos los días, en cientos de hogares en silencio y que sólo sale a la luz cuando el maltrato acaba en muerte, poemas desde el dolor para que éste, en algún momento, cese.
La poesía es mi motor, es el sentimiento que aflora por los poros y que a veces sin querer o queriendo debes medir y dosificar para no sufrir, aunque a veces es el gozo puro, por eso es la vida o está llena de vida, dice Virtudes Reza en lo que es toda una declaración de principios.
Una respuesta para Mujeres de cristal, de Virtudes Reza