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No a la libertad condicional del asesino de John Lennon

Por María J. Pérez , 30 agosto, 2016

mark david chapmanCorrían los años 80, la banda más influyente en la historia de la música y disuelta una década atrás, The Beatles, perdía a John Lennon, uno de sus componentes más carismáticos, a causa de cinco disparos perpetrados por un individuo cuya obsesión por el grupo británico, por J.D. Salinger y su obra “El guardián entre el centeno”, además de por el consumo de drogas, supusieron un cocktail explosivo que pronto había de estallar. Y de esta manera, Mark David Chapman, asesino del exmiembro de la banda inglesa, hizo su aparición en la escena del crimen el 8 de diciembre de 1980, no sin antes haberse dejado fotografiar por Paul Goresh cuando Lennon, horas antes del fatal desenlace, le había firmado la copia de su nuevo y último disco, Double Fantasy. Si bien este gesto amable por parte de Lennon no sirvió de mucho para que su fanático fan desistiera de sus intenciones violentas aunque titubeó según relató a la policía después del crimen: «En ese momento, mi parte buena ganó y quería regresar a mi hotel, pero no podía. Esperé hasta que regresó. Él sabía dónde van los patos en invierno, y yo quería saberlo» (en alusión a la obra de Salinger).
Y como dice el refrán “La curiosidad mató al gato” y una vez de regreso el artista junto a su esposa, la artista conceptual Yōko Ono, al edificio de apartamentos Dakota, donde residían en Nueva York, ambos pasaron al lado de Chapman y este disparó cinco balas de su revólver de las que cuatro alcanzaron en la espalda y el hombro izquierdo del intérprete provocándole la muerte. Lejos de emprender la huida, Chapman permaneció quieto en la escena del crimen, sacó su libro de El guardián entre el centeno y lo leyó hasta que fue arrestado por la policía.
Actualmente Mark David tiene 61 años y ha pasado más de 36 entre rejas condenado a una pena “de veinte años a cadena perpetua” por el asesinato en segundo grado del músico en el Correccional de Attica, en Nueva York. Desde el año 2000, fecha que marca la veintena por la que fue sentenciado, ha solicitado la libertad cada dos años, siendo en 2016 la novena vez que reitera su petición denegada nuevamente por la Junta de Libertad Condicional de la ciudad de los rascacielos, como ha indicado ésta en un comunicado: «Pese a que existen varios factores favorables, encontramos que todo eso se contrarresta con el fin premeditado y de búsqueda de fama del crimen (…/…) nos encontramos con que su libertad sería incompatible con el bienestar de la sociedad y por lo tanto despreciaría la seriedad del crimen».
La primera ocasión que Chapman admitió su arrepentimiento fue en 2010. En aquel entonces declaraba que sentía, con sus 55 años una “mayor comprensión de lo que es una vida humana, he cambiado mucho. Estoy avergonzado. Ese es mi primer pensamiento. Lamento lo que hice.» Por su parte la viuda de Lennon ha manifestado su oposición a la liberación del recluso por no poderse encontrar entonces, ni ella ni los dos hijos de John, seguros durante el resto de sus vidas.

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