¡No sin mis gigas!

Somos muy pocos los que recordamos aquellos tiempos en que los móviles apenas disponían de almacenamiento interno. ¡Pardiez, si incluso había un límite para el número de contactos en la agenda! ¡O incluso un límite de almacenamiento de SMS! ¿SMS? ¿mande lo qué? Todos estos conceptos han quedado muy, muy atrás. Al igual que el tamaño canónico de estos dispositivos ha ido dibujando una línea primero descendente y después ascendente (recordarán también aquellos tiempos en los que si un móvil cabía en la palma de la mano, resultaba escandaloso) hasta llegar a tamaños que en algunos casos resulta prácticamente ridículo, el almacenamiento interno de los móviles (perdón, smartphones) se ha visto obligado a ir inflándose hasta cifras antaño inconcebibles (véase, por ejemplo, los 64Gb de un iPhone5). Pero no voy a hablar de las bondades de unos u otros aparatos y sus respectivas capacidades. Precisamente el tema que me gustaría abordar, y que a más de uno traerá de cabeza, es el siguiente: ¿Qué pasa con los smartphones sin posibilidad de ampliación de almacenamiento?

 

 

Para aquellos que dispongan de dispositivos cuya capacidad es igual o superior a 16GB o, incluso, 32Gb, seguramente esta cuestión carezca de importancia, tengan o no la posibilidad de ampliar esta capacidad mediante tarjeta SD. Pero aquellos cuyo bolsillo no nos permite desembolsar grandes cantidades y nos conformamos con modelos como el Moto G (8Gb en su versión más accesible, 175€) que, además de una capacidad reducida, no disponen de slot de tarjeta SD, sí que nos resultará más que interesante saber que no todo está perdido.

Además, no sólo este móvil de gama media se ve limitado en cuestiones de almacenamiento. También otros, de gama superior, como el Nexus 5, se encuentran capados en cuanto a gigas. Claro que en el caso del buque insignia de Google, sus 16Gb o 32Gb (según cuánto quieran desembolsar) no agobiarán excesivamente al usuario, pero siempre hay quienes siempre quieren más (música, fotos, películas…). Si son de los que siempre quieren más, quizá esto les interese.

 

El sistema USB On-the-go, más conocido como OTG, se trata de una extensión del más que conocido USB 2.0, que maximiza la flexibilidad de las conexiones entre dispositivos. En nuestro caso, este sistema nos permitirá que nuestro teléfono móvil actúe como host, permitiéndonos conectarle un pendrive o cualquier periférico, ya sea un teclado o un mando de videoconsola.

Sin duda, las múltiples opciones que nos ofrece esta conexión OTG son más que interesantes y apetecibles, y harán las delicias de todo tipo de usuarios, ya sean los más jugones o aquellos que convierten su smartphone en una pequeña oficina. En nuestro caso, esta conexión nos permitirá ampliar la capacidad interna de nuestro dispositivo todo cuanto deseemos (con ciertos límites, claro, que tampoco es bueno abusar).

La mala noticia (siempre la hay) es que esta ampliación no nos servirá para copiar aplicaciones, sino que simplemente será como si conectáramos una memoria USB a un PC. Con lo cual, esta ampliación no nos servirá para instalar más aplicaciones de las que nos permite nuestra memoria interna, pero sí que nos servirá para almacenar archivos multimedia o de cualquier tipo, y administarlos desde aplicaciones como ES File Explorer (u otra similar).

Utilizando este tipo de conexión tenemos varias opciones, o bien usar un adaptador (muy fáciles de encontrar en tiendas especializadas o por internet) o usar un dispositivo Meenova, el cual podemos adquirir a través de su página web por el módico precio de 15$. El dispositivo, una vez acoplado al móvil, es prácticamente imperceptible.

 

 

Se trata de una pequeña memoria USB, y seguramente les facilite la vida a muchos usuarios. Si alguno de ustedes ya la ha probado, sería genial que nos comentara su experiencia como usuario y si merece la pena adquirir uno de estos dispositivos.

 

 

 

P.D.: Huelga decir que este artículo está orientado a los usuarios de teléfonos Android, ya que los fieles a la compañía de Cupertino cuentan desde hace tiempo con ciertos dispositivos que no sólo amplían el almacenamiento del terminal sino que también suponen una reserva de batería extra para el mismo.