#NoBots la reacción de Twitter a los seguidores falsos de Mariano Rajoy
Por Juan Carlos Vicente , 5 septiembre, 2014
Esta mañana amanecía con el hashtag #RajoyCompraseguidores en mi timelime, por parte de Bruno VD, profesor de Social media y SEO, al que conozco tras haber acudido a varios de sus cursos. Al comprobar que la cuenta de nuestro presidente del Gobierno estaba llena de seguidores falsos, no hemos sido pocos los que nos hemos unido denunciando una práctica que suele ser habitual en grandes marcas y personajes públicos: la compra de seguidores con afán de aparentar una mayor presencia en redes sociales.
El hashtag tiene su origen en un tweet fechado el 29 de agosto, pero no ha sido hasta hoy cuando ha tenido una repercusión considerable.
Como era de esperar, la ironía se ha apropiado de las redes y ha ido evolucionando hasta convertirse en TT con el hashtag #NoBots, en referencia a los procesos automáticos de compra y seguimiento de cuentas de Twitter.
Mala praxis en el Social Media
Si de algo adolece la sociedad hiperconectada es que, en ocasiones, no es oro todo lo que reluce. Por lo general, conseguir una presencia potente y estable en redes sociales es el resultado de muchas horas de trabajo, la consecuencia de fidelizar a un público al que desde el principio se le ofrece algo que necesitan, les interesa o les hace la vida más fácil. Esto puede ser desde un producto, a un servicio, pasando por pdfs descargables de manera gratuita o a cambio del pago social, en definitiva, la tan nombrada comunicación bidireccional que facilita el medio y que desde hace algún tiempo estamos empezando a olvidar.
Los gurús o vende humo, son bastante habituales en el gremio, prometer una cantidad elevada de seguidores en tiempo record es una de las practicas más usadas por ellos. Como se puede ver, comprar seguidores que ni son tu público objetivo, o ni siquiera tienen actividad en redes, solo sirve para que en algún momento la marca o el personaje público hagan el ridículo y alguien tenga que dar explicaciones.
Otras veces, son los propios clientes los que solicitan la compra de seguidores, con el mismo afán de aparentar algo que no son y una proyección que no tienen.
Medición de las reacciones sociales
Ahora que vivimos en la era de la analítica y la medición, es inevitable no pensar en el impacto que tienen este tipo de acciones sobre la credibilidad de nuestros políticos y de los llamados influencers de opinión. Y es que da la impresión de que desde las parcelas del Poder no se tiene en cuenta la reacción de una sociedad que, lejos de ser del todo efectiva con el castigo en las urnas, no duda en posicionarse ante aquello que le parece injusto y denunciable.
Quizá habría que recordar aquello de Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas. Lo que pasa en Twitter se queda en Google, y recomendar al equipo de estrategia de la cúpula del gobierno que tire de hemeroteca virtual y comience a medir, a ver si los propios gobernantes despiertan de su letargo y empiezan a escuchar a una sociedad que no se ha negado a escucharles.
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