Para los pies a los mirones, protege tu webcam
Por Ana Domínguez , 27 noviembre, 2014
Tablets, ordenadores y smartphones nos acompañan las 24 horas del día allá donde vamos. Ellos y las webcams que llevan incorporadas. Pasamos horas y horas delante de cámaras webs sin darle apenas importancia, sin darnos cuenta de que a través de ellas cualquier hacker podría vigilar todos nuestros movimientos.
Hace apenas unos días saltaba la increíble noticia sobre una página web rusa que emitía en directo las vidas de miles de personas repartidas por todo el mundo, incluida España. Desde la monotonía de un despacho de oficina hasta la intimidad de un dormitorio. Nuestra privacidad era, una vez más, vulnerada sin ningún tipo de dificultad. Y es que piratear una webcam no es en absoluto complicado. Nada ni nadie escapa a los hackers. No hace falta ser una celebrity para que los piratas de Internet quieran hacer de nuestras vidas un verdadero ‘Gran Hermano’.
Pero, ¿qué podemos hacer para pararle los pies a los voyeurs que circulan por la red y que quieren colarse en nuestras vidas? Existen una serie de pautas básicas que nos ayudarán a preservar nuestra intimidad. Algo tan sencillo como colocar un post-it en las webscam de nuestros dispositivos es un gesto simple que puede ahorrarnos muchos problemas.
Otra medida para incrementar la seguridad del ordenador es vigilar la configuración de nuestro navegador. Por ejemplo, Chrome cuenta con la posibilidad de inhabilitar el micro y la cámara del ordenador. Firefox y Explorer carecen de esta alternativa, aunque no por ello son menos seguros, ya que si revisamos el complemento Flash (de Adobe) podremos controlar las funciones de la webcam y el micrófono. Además, contar con un buen antivirus también nos ayudará a ponérselo más complicado a los hackers.
Debemos recordar que cuando nuestra webcam está en funcionamiento se enciende un piloto que nos indica que la cámara está activada y, por lo tanto, que está grabando. Aunque en algunos casos los piratas informáticos son capaces de anular esa alarma.
En el caso de los smartphones y las tablets una de las recomendaciones clave es ser muy cuidadosos con las aplicaciones que instalamos. Prestar atención a los permisos que les concedemos a las apps que descargamos es imprescindible.
Pero que no cunda el pánico. Las webscam ofrecen usos muy positivos y no hay que rehuir de ellas, ya que facilitan muchos aspectos de nuestra vida. Desde hacer videoconferencias sin salir de casa hasta hablar (y ver) a una persona al otro lado del planeta. Tan sólo hay que ser precavido y saber utilizarlas de forma responsable.
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