Pie de Página
Por Esther Bendahan , 13 febrero, 2014
No firmaras sin leer.
La película Blue Jasmine trata de la de la economía del fraude (nada nuevo), lo singular es que se cuenta desde el punto de vista de la mujer de. El personaje protagonista representado por Cate Blanchett huye a casa de su hermana en busca de un lugar donde quedarse tras perder todo. Ella firmaba los documentos de su marido, empresas fantasmas, cuentas a fuera, evasión fiscal. Pero lo hace inocentemente. No hay castigo para ella más que la pobreza y el ostracismo social. Busca rehacer su vida a través del matrimonio, una nueva vida, otra pareja (y no estamos en el siglo XIX).
Esta figura del cómplice necesario forma parte de nuestra actualidad. No se les puede acusar de encubrimiento porque hay una relación familiar con los acusados y alegan imbecilidad amorosa, confianza para sostener su defensa. Pero no dudan de beneficiarse mientras pueden. Son artistas del no preguntar lo que no se debe, de utilizar a su propia familia, amigos conocidos para enredarles en los negocios de sus parejas, les ofrece el privilegio por amistad. El otro asume la culpa, que no reconoce, pero si la hubiera su pareja no tuvo nada que ver, no se les dijo: cariño, firma esta página para cargar en tales cuentas este monto que es personal, la peluquería o la fiesta del sábado noche. Simplemente les dice cariño, pon tu firma aquí. Cariño no declares a la seguridad social el servicio, por el bien de la familia. Y por confianza (él o ella) la pareja enamorada firma. Pero la firma tiene valor de compromiso, la firma es consentimiento. Al menos hasta ahora.
Sí, he firmado documentos sin leerlos hasta al final. Sí. Y cuando me llegaban las cuentas del banco (en quien confiaba), me debía hacer responsable, no quedaba otra. Era culpable por no cumplir uno de los mandamientos que ya me enunció mi madre feliz observadora de cómo la mujer adquiría nuevos derechos: No hables con desconocido (algunos dejan pronto de serlo, pero siempre serán desconocidos). No dejes de trabajar y ganarte honradamente la vida. No firmes un documento sin leerlo hasta el final…
Las parejas de los delincuentes (mujeres u hombres) como sucede en Blue Jasmine (por si quedaban dudas en una escena genial se desvela al final que sí sabía) deberían dignificar su error y su culpa, no haciendo que volvamos a un pasado de triste memoria (actual en parte de la humanidad) donde sobre todo las mujeres de verdad eran tratadas de incapaces ante la ley.
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