Podemos al poder
Por José Luis Muñoz , 5 agosto, 2014
La última encuesta del CIS debe de haber puesto los pelos de punta a más de uno de nuestra clase política, o casta, según el mantra que repite Pablo Iglesias. El PP sigue bajando en caída libre, perdiendo nada menos que 14,6 puntos en intención de voto con respecto a las generales de noviembre de 2011. El PSOE baja la mitad, 7 puntos, pero habría que descontar el efecto Pedro Sánchez que todavía no se había hecho con la secretaría general cuando se hizo la encuesta. IU aumenta algo más de un punto, lo mismo que UPyD. Los nacionalistas de CIU bajan ligeramente, pero todavía no se había producido el tsunami Pujol. Y ahí viene lo inquietante, la emergente Podemos dobla a IU y se sitúa a sólo 6 puntos del PSOE.
La tendencia es que, de aquí a las elecciones generales, el efecto Podemos siga subiendo y acortando distancias con el PSOE a costa de sus votantes y también de los de IU. Pero habría que analizar quién ha sido, hasta ahora, el votante de esa formación de indignados que ha decidido dar un puñetazo en la mesa y ha convulsionado el inamovible, hasta ahora, bipartidismo. La formación encabezada por Pablo Iglesias y Carlos Monedero, sus cabezas más visibles, se sitúa a la izquierda de IU, mantiene muchos de sus postulados de la veterana formación de izquierdas, entre otras cosas porque en ese movimiento hay muchos desencantados que salieron de los grupos de izquierda que integran la coalición liderada por Cayo Lara, pero no hacen alarde de ningún tipo de simbología, nada de banderas rojas y sólo algún puño levantado entre manos con los dedos extendidos, el saludo del 15M. Electores que nunca habrían votado a IU, por relacionarlo con el comunismo—a pesar de que el PCE está emboscado en la formación—, votantes que incluso habían votado anteriormente a una derecha moderada (PNV y CIU), lo hacen a Podemos sin problemas, pese a que los programas de ambas formaciones situadas a la izquierda del PSOE son muy parecidos. Si no fuera por la personalidad indiscutible de Pablo Iglesias, podría sospecharse que Podemos es una nueva marca de IU. Pero no. La formación que está revolucionando la vida política nacional—podrá ser casualidad, pero Juan Carlos abdica en su hijo y Rubalcaba se retira cuando la formación irrumpe como una tromba en las elecciones europeas—ha sabido catalizar la indignación y el hartazgo de la población que ha llenado las calles con las sucesivas mareas y ha ocupado las plazas. Podemos es hija del 15M y ni los más optimistas de la formación podían prever semejante impacto social y resultado electoral.
Si analizamos las cifras de la última encuesta del CIS encontramos una serie de datos esperanzadores. Primero, el PP lo tiene muy crudo para mantenerse en el poder, pues no tiene con quien pactar y se queda muy lejos de la mayoría absoluta. En un escenario probable que Podemos siga arañando al PSOE por su izquierda no sería descabellado, atendiendo a la aritmética parlamentaria y a que una coalición postelectoral Podemos e IU es muy posible, que quien sustituya al atildado presidente del gobierno actual sea…el chico de la coleta.
Así es que se prepare a partir de ahora Pablo Iglesias, que cuide mucho con quien se relaciona, con quien salga en la fotografía, lo que diga, lo que haga o no haga, porque se va a convertir en la bestia negra del establishment y éste no se anda con chiquitas a la hora de descabezar a elementos molestos.
Comentarios recientes