Políticas que matan: las condiciones de la crisis sanitaria en España y el primer contagio de ébola en Europa
Por Lorenzo García Martín , 9 octubre, 2014
El primer contagio de virus ébola fuera de África ha sido en Madrid. Teresa, una de las auxiliares de enfermería que atendió a los dos misioneros repatriados es el primer diagnóstico positivo, a la espera de que más casos presenten síntomas entre las personas que podrían haber estado expuestas (familiares, la treintena de profesionales que trabajó en las mismas condiciones, etc.). ¿Qué ha hecho posible que, para empezar y no sabemos hasta dónde, una trabajadora madrileña de la sanidad con 15 años de experiencia haya sido contagiada por este virus mortal y altamente contagioso?
1. La epidemia actual en África Occidental
Para hacernos una idea, desde el primer brote registrado, en 1976, hasta 2012, los más de veinte brotes sumaban un total de 1.589 muertes por ébola en 36 años. La epidemia actual, en cuestión de meses se ha llevado más de 3.400 vidas . Sobre el terreno, el sacerdote Miguel Pajares señalaba la falta absoluta de medios materiales básicos, así como el contacto de los familiares, durante los cuidados domésticos, con los fluidos de las personas enfermas antes de pasar a manos del personal sanitario. Además de esto, se ha especulado con la potencia de una nueva cepa, para la que hay quien sugiere que quizá tenga algo que ver con el laboratorio sobre armas biológicas de Kenema, en Sierra Leona . En todo caso, la precariedad a la que se ha sometido a los países empobrecidos es difícilmente reparable en cuestión de meses a través de inyecciones improvisadas de dinero a ONG o por envío de tropas por las potencias occidentales. ¿Es o no es para poner el máximo cuidado?
2. La actuación del Gobierno español en el mes de septiembre
La repatriación de los dos sacerdotes contagiados a España trajo la polémica por distintas vías: el riesgo gratuito para la salud pública y el enorme gasto económico para una suerte anunciada. Los trajes de astronauta y la puesta en escena del Gobierno no han podido esconder ni la gestión política riesgosa ni el pésimo estado en que ha quedado el sistema de salud madrileño. Los trabajadores del Hospital Carlos III han denunciado que el protocolo de seguridad ha sido muy insuficiente: su vestimenta de trabajo nunca cubrió el nivel de seguridad requerido, la formación para tratar con los pacientes se limitó a un cursillo exprés de 15 minutos, y el laboratorio improvisado ha sido “un paripé” . Como muy bien ha señalado la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid, el desmantelamiento de la unidad de alertas epidémicas del Hospital Carlos III a principios de año, sin abrir a la vez ningún espacio similar en todo el Estado, ha supuesto la dispersión de los profesionales bien formados en la aplicación de protocolos de este tipo y la pérdida de capacidad de respuesta a estas cuestiones. Pero aunque hubiera estado el hospital preparado, nunca se debería haber corrido el riesgo: “De ninguna manera – señalábamos – la repatriación de esos dos enfermos tenía la justificación de que aquí se les pudiera aportar otro tratamiento – el paliativo – que el que se les hubiera podido garantizar enviando hospitales o laboratorios de campaña, además de enviar recursos sanitarios a la zona afectada.”
3. El desmantelamiento de la Sanidad pública por nuestra “casta” política
No sólo ha sido la reciente e irresponsable gestión política del Gobierno, con la asunción de riesgos gratuitos a los que nos ha sometido la ministra Ana Mato, lo que ha hecho posible que la Marca España sea hoy la del virus ébola importado a Europa. Llevamos ya una trayectoria larga de políticas que paulatinamente han degradado la Sanidad en España, antaño un buen ejemplo de la garantía universal del derecho a la Salud. Ya en 1997, PSOE, PP, PNV, CIU y CC votaron a favor de la ley estatal sobre habilitación de nuevas formas de gestión de Salud. Este fue el marco jurídico necesario para la privatización gradual de los sistemas sanitarios por los distintos gobiernos autonómicos. Los últimos años, en plena crisis económica, las políticas de recortes, aplicadas por Zapatero y Rajoy, han desencadenado el cierre de muchos centros sanitarios especializados. También el cierre de turnos de urgencias, el despido y empeoramiento de las condiciones laborales, la falta de medios materiales y camas, la supresión de medicamentos financiados públicamente, etc., han sido actuaciones que han traído el empobrecimiento del sistema de salud sobre el que por fortuna ha despegado la dignidad de la Marea Blanca.
Dos decretos-ley empeoraron aún más la situación en 2012. El primero, sobre “sostenibilidad”, que excluyó a las personas sin documentos de residencia de la atención sanitaria. Hasta entonces el cuidado de la salud era un derecho universal, financiado, por cierto, de forma universal. Hoy todos seguimos pagando el sistema de salud mediante los impuestos, pero sólo algunos de nosotros accedemos. Fuera de la mera atención de urgencia, distintas enfermedades infecciosas han quedado sin tratamiento ni control para miles de personas, lo que ha provocado ya varias muertes por falta de atención desde los primeros meses. El segundo decreto, sobre la “condición de contribuyente y beneficiario” hizo lo propio con los desempleados que agotasen prestación y subsidio e intentasen probar suerte más de tres meses en el extranjero.
En el caso de la Comunidad de Madrid, amparándose la Ley autonómica de salud de 2001, Esperanza Aguirre traspasó la gestión de ocho nuevos hospitales a empresas privadas, modelo que la propia Comisión Europea ha reconocido que puede salir caro . Seis centros especializados han cerrado los últimos años así como distintos laboratorios y unidades especializadas como la epidemiológica del Hospital Carlos III.
Llegados a este punto, planteamos un argumento. El tipo de políticas que tanto PSOE como PP han desarrollado los últimos años han degradado la sanidad pública mientras se ha abierto paulatinamente las puertas a grandes empresas privadas que viven de las concesiones públicas . Ello ha ido generando riesgos acumulados para la salud pública que han sido el correlato del beneficio de unos pocos donde, una vez más, ciertos gobernantes han sido el engranaje del proceso simultáneo de empobrecimiento popular y enriquecimiento de unos pocos. Nuestro empobrecimiento sólo podía esconderse mediante una ficción, por lo que, entiendo, entre otras motivaciones, se ha optado por el crear un espectáculo. El Gobierno Rajoy ha hecho una pretenciosa puesta en escena con astronautas sanitarios de por medio en la que se quería transmitir la sobrada calidad de la Sanidad española, la eficacia y la bondad compasiva del Gobierno, a ver si así legitimaban la barbarie a través de los ojos.
Pero no ha sido así, entre otras cosas, porque llevaban años sentando las condiciones para que esta crisis sanitaria fuera posible. La realidad que ellos han generado les ha devorado por la espalda, provocando la primera víctima de contagio producida en España: una trabajadora que tuvo que lidiar con los riesgos acumulados que gratuitamente le han transmitido nuestros queridos gobernantes.
Fuentes:
Datos de la Organización Mundial de la Salud: http://who.int/csr/don/en/
Global Resarch: http://www.globalresearch.ca/the-ebola-virus-pandemic-a-weapon-of-mass-destruction/5394976
Diario Público: http://www.publico.es/actualidad/548515/el-contagio-de-la-enfermera-revela-el-descontrol-total-frente-al-ebola
CAS Madrid: http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=5390&titulo=NOTICIAS
CAS Madrid: http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=5383&titulo=NOTICIAS
El País: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/03/actualidad/1357233012_416495.html
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