Por el filo de los Alpes
Por Fermín Caballero Bojart , 17 julio, 2014
Alexander Kristoff vencedor de la 12a etapa del Tour de Francia 2014 Foto: ASO/G.Demouveaux
El diario De Telegraaf ha preguntado a varios vencedores del Tour de Francia por las vacantes que ha dejado la descalificación de Lance Armstrong; en concreto si deberían devolver al norteamericano los siete triunfos de la ronda francesa. Me ha dejado sorprendido, y bastante, que ninguno de los 25 encuestados (vencedores vivos de la Grande Boucle) haya contestado algo así como: «me gustaría ser como el caracol que se desliza por el filo de la navaja sin cortarse».
La carrera, rebasado su ecuador, empieza a ponerse seria a partir de mañana con un final fuera de catálogo, Chamrousse, que tiene cierta connotación de campeona de Francia de ciclismo en ruta, rubia del Lotto, como Gallopin. Y no con caracoles suicidas. 200 kms, por redondear, desde Saint-Étienne, y lo de redondear porque a veces sobre el libro de ruta aparecen diferencias como la “ausencia de una côte sin señalar” truco de que le permitió al novio de la rubia ganar ayer, y desfallecer hoy.
Con Gallopin llegaron, pensando en lo de mañana, varios corredores, Purito, aún de lunares, entre ellos. También Greipel que a 5 kms de meta se había hecho un afilador con Chavanel, y otros tantos como Majka, Edet o el vencedor de la octava etapa, Bel Kadri. Sonreían aprovechando el buen tiempo y charlaban quien sabe si de navajas y caracoles. Detrás de ellos una veintena de gregarios. Por delante y en el tiempo del ganador de la Milán-San Remo, el noruego Kristoff (Team Katusha), vencedor de la etapa, solo entró un tercio del pelotón. Sagan, un día más, segundo (algo falla o la potencia final o la colocación en el arranque). Y la general comandada por Nibali, azul cielo, seguido de Porte, negro tormenta, y Valverde añil teléfono. Farolillo rojo es el chino Ji Cheng (Giant-Shimano) a 02h 53′ 31″ de Vincenzo.
Fue etapa rompepiernas, con sobresaltos. David de la Cruz, clavícula en mano tras caer en plena fuga, abandona. Fuga que llevó a ninguna parte pero que rompió al pelotón y dejó los gemelos a punto de caramelo para los masajistas. Pelearon dos bretones del Europcar (Quemeneur y Gautier) por salir en la tele y alcanzar a Sebastian Langeveld (Garmin) y Simon Clarke (Orica), cabeza de carrera y escapados de la jornada. Sacaban minuto y medio al primer grupo del pelotón cuando iniciaban la última ascensión. Clarke quiso irse solo, lo que le valió el premio al más combativo de la jornada, pero en el descenso le alcanzaron los bretones. Radio Tour anuncia que no gana una etapa un bretón desde Pascal Lino. Bretón también es Bernard Hinault. Que ganó en la crono celebrada en Saint-Étienne, justo al día siguiente de que lo hiciera Julián Gorospe tras una larga fuga. Se disputaba el Tour del ochenta y seis y cuenta Pello R. Cabestany (Memorias de un ciclista) que el tejón ofrecía dólares por colaborar tirando al frente de sus escapadas.
A 5 kms de meta Gauthier y Clarke son cazados y el resto ya es historia. Talansky, que ayer terminó conduciendo el “coche escoba”, hoy no tomó la salida. Y los que no se tomaron la molestia de responder a la pregunta sobre Lance (Contador y Sastre) también merecen mi aplauso.
Últimos kilómetros de la 13a etapa con final en Chamrousse
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