Por la educación musical
Por Oscar M. Prieto , 19 marzo, 2014
No necesitamos demasiadas palabras para comprender lo que está en juego.
Imaginad por un momento una sociedad en la que han privado a los niños y a los jóvenes de la educación musical. Ya sé que da miedo sólo imaginarlo. Escuchemos a Shakespeare cuando nos advierte del tipo de seres humanos que resultarán de una sociedad así:
“El hombre que no tiene música en sí mismo y no se mueve por la concordia de dulces sonidos, está inclinado a traiciones, estratagemas y robos; las emociones de su espíritu son oscuras como la noche, y sus afectos, tan sombríos como el Erebo: no hay que fiarse de tal hombre. Atiende a la música”
Así reflexiona Lorenzo en El Mercader de Venecia. Curioso que se hable de esto en una obra sobre la avaricia, la codicia, la usura, sobre mercaderes que trafican hasta con libras de carne para saldar deudas.
Eliminad la música de la formación y de la educación de niñas y niños y dad por seguro que este será el tipo de ser humano en el que se convertirán: oscuro, torpe, malo.
¡Qué está pasado aquí! ¡Nos hemos vuelto locos o qué!
La música debe seguir formándonos como seres humanos. No permitamos tamaño crimen. Nos arrepentiremos y quizás sea demasiado tarde para entonces. Es peligroso perder aquellas artes que afinan nuestro espíritu aquilatando lo que hay en él de valioso. Es arriesgado hasta el punto de correr el riesgo de deshumanizarnos. Y es entonces cuando yo me pregunto: Quid prodest? ¿A quién beneficia esto? La respuesta a esta cuestión puede ser reveladora.
NO A LA ELIMINACIÓN DE LA MÚSICA DE LOS PLANES DE ESTUDIO
Salud
www.oscarmprieto.com
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