Problemas familiares y mucho más en ‘Legado de C’
Por Sara Olivas , 10 marzo, 2014
Legado de C
La Sala Ultramar de Valencia, acogió desde el 20 de febrero hasta el 9 de marzo, la obra teatral el Legado de C, primer fruto de la reciente compañía de Herederos de Sánchez- Atienza. Dirigida por Jaume Pérez Roldán, y protagonizada por reconocidos actores valencianos como Verónica Andrès, Àlex Cantó, Ruth Atienza y Àngel Fígols, Legado de C, cuenta la historia de una familia, sus intrigas, sus desencuentros, sus sentimientos, y sus problemas.
Esta familia no es una familia cualquiera, la principal característica de esta es que posee una gran empresa centrada en la industria armamentística, la cual ha proporcionado algunas de sus armas a poderosos personajes históricos, los cuales han sido partícipes de los grandes banquetes y manjares celebrados en la morada del señor C. La salud del patriarca es muy delicada, por eso, todos los miembros de la familia han sido reunidos para la lectura de su testamento. Este se convertirá en el legado físico, el dinero, el poder, el legado de C.
Con una puntualidad más que exacta, con la mesa puesta, y elegido el vino, los actores se adentran en esta maravilla teatral para ofrecer al público más de una hora llena de risas, sorpresas y buenos momentos. Destaca la brillantez y exactitud de los actores, las cuales dejan en evidencia el gran trabajo que viene de atrás. Además de caracterizarse por un trabajo actoral perfecto, Legado de C es obra donde prima el texto, el guión, los diálogos y los monólogos; es una obra en la que debes poner los cinco más un sentidos al completo para no perderte ni un solo segundo de la acción, ni una sola coma, respiración y palabra del argumento.
Con apenas menos de dos meses de ensayos, el resultado ha sido más que de sobresaliente. Sin duda, una obra que valdría la pena volver a ver, simplemente para ofrecer una segunda, o incluso, tercera lectura a los diálogos, al texto, y a las miradas sobre el escenario. Una vez más, trabajos como este evidencian que, el teatro valenciano tiene un gran potencial que, tarde o temprano, logrará hacerse un hueco en cada parte de la sociedad.
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