Querer volver si haberse ido. | Carlos Gómez B.
Por Carlos Gómez B , 9 marzo, 2021
Me suelo decir que es normal que suceda, aunque siempre acarrea un cierto vacío puntual. Un vacío que suele caber en los bolsillos. La realidad es: el vacío no puede ser más que vacío. El vacío no puede ser más que algo insignificante. Agarra tu ilusión y llévala contigo. Por qué no. A la ilusión no le importa viajar pero, a veces, le cerramos las fronteras entre el cerebro y el corazón, y viceversa. Hay días que consiguen hacerte pensar que eres un completo desconocido para ti, como explicar quién eres en una fiesta de cumpleaños a la que no se te ha invitado o algo así.
Lo que quiero decir es que vivimos siempre entre varias ciudades y cada ciudad es una narración distinta de lo que somos. Construimos la vida en cada paso pero, sobre todo, construimos la vida de dentro hacia fuera. Empieza a sentir con cada cosa que vives. Vuelve al pueblo después de un tiempo en la gran ciudad y no permitas que tus pasos vayan más rápido de lo que puedes alcanzar a ver. Vuelve a las amistades de siempre y vuelve a la familia. La palabra volver es un clavo ardiendo pero de ti depende agarrarte o dejar que se enfríe. Vive la gran ciudad como si todo estuviera colocado en cada calle para ti. Deja de imaginar lo que te espera y disfruta esperando. La emoción es algo que se come con los sentidos.
Así que, no pienses más por donde van tus pasos mientras sigas viviendo entre varios lugares a los que siempre querrás volver sin haberte ido.
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