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Iniciativa europea por una renta básica incondicional

Por Ana C. González , 21 enero, 2014

La Renta Básica Incondicional (RBI) es un ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro residente de la sociedad, independientemente de su situación económica o social.

Según la Iniciativa Europea sobre Renta Básica Incondicional, la RBI no sustituye al Estado del bienestar pero sí lo completa y transforma desde un Estado del bienestar compensatorio a otro emancipatorio. La Renta Básica Incondicional se define con los siguientes cuatro criterios: universal, individual, incondicional, lo bastante elevada para asegurar una existencia digna y la participación en la sociedad.

La personas que defienden el derecho a una RBI, aseguran que la crisis económica y las políticas que se han llevado a cabo en la Unión Europea no han sido del todo acertadas y que gracias a ellas, hay más pobreza y más desigualdad tanto social como económica. Por ello consideran necesario cambiar la tendencia de las políticas económicas y velar por un nuevo modelo que garantice la existencia material de toda la población.

Para garantizar dicha existencia, los defensores de la RBI, abogan por que la renta recibida por los ciudadanos sea igual o mayor al umbral de pobreza – que en España es 645,33 euros mensuales – este umbral, se define como el nivel de ingreso mínimo necesario que debe tener un ciudadano para adquirir un nivel de vida adecuado en un país determinado.

La RBI no deja de ser una política de redistribución de la riqueza, que se define como la transferencia de rentas de unos sectores a otros de la economía. En la actualidad la manera de redistribuir la renta es a través del sistema tributario, siendo este en las economías modernas, progresivo, es decir, a través de la imposición de fuertes cargas tributarias de las rentas más altas, de esta manera se realiza una transferencia de recursos a las rentas más bajas. Los resultados no han sido satisfactorios, puesto que no se ha logrado eliminar el ratio de pobreza de muchos países, y lo es que peor, muchos han aumentado su nivel de pobreza, como ocurre actualmente en España.

De llevarse a cabo, los beneficios podrían llegar a ser significativos para la sociedad, dado que una de las implicaciones directas que tendría es la eliminación de los trabajos precarios, se incentivaría sectores de la sociedad que actualmente están olvidados, como el arte, el teatro y la música, además, los trabajadores estarían en mejores condiciones para negociar sus contratos laborales.

La iniciativa supone un cambio radical con respecto al modelo económico y social actual, por esto, hay sectores como políticos y económicos, que no creen en este modelo, alegando que puede contribuir a desincentivar el trabajo remunerado, penalizaría la educación y el esfuerzo y debilitaría las instituciones democráticas.

Un ejemplo significativo de esta iniciativa es Alaska, probando que la renta básica universal no ha provocado una falta de iniciativa individual o poca disposición a trabajar, tampoco “holgazanería” entre los ciudadanos jóvenes o un incremento de fracaso escolar o universitario. Por tanto igual se podría decir que genera confianza en la sociedad. Gracias a la RBI, Alaska es uno de los estados con menos desigualdad de Estados Unidos.

En definitiva, en España, para que este tipo de iniciativas se lleven a cabo, es necesario un cambio de mentalidad en la sociedad, y quizá un cambio en el devenir del panorama político.