Resaca electoral europea
Por Esther Patrocinio , 29 mayo, 2014
Ya sé que este fin de semana el tema estrella en los medios españoles fue la final de Champions League pero me voy a centrar en el otro tema de actualidad; las elecciones europeas. Como escribí otra semana en esta columna las diferencias burocráticas entre países para ejercer el derecho al voto son distintas. Tengo que señalar que he votado por los pelos, después de enviar toda la documentación que me pedían para ejercer mi derecho al voto recibí las papeletas y documentos un día antes de que se abrieran las urnas en el Consulado de Múnich. No lo entiendo, o a lo mejor es que prefiero no entenderlo para evitar salir asqueada. A finales de abril recibieron toda mi documentación por fax y necesitaron un mes entero para poder responder y enviar las papeletas. ¡Menos mal que vivo en Alemania! Si estuviera en Australia directamente espero a las próximas elecciones para votar en estas.
Superadas las dificultades voté, sí voté y no me avergüenza decirlo. Como todos tuve mis dudas y tengo motivos para decidir que me abstengo pero ¡qué carajo! El derecho al voto es uno de los derechos irrenunciables de todo ciudadano y por eso decidí ejercerlo, de la mejor manera posible; tomando mi tiempo en conocer el programa de tantos partidos que se presentaron (muchos de ellos totalmente nuevos y desconocidos para mi) y decidir con la cabeza fría pensando en mi país con una democracia enferma y endémica que no puede renovarse si no es con la participación de todos.
Los resultados mostraron que la idea de Europa no la tenemos preinstalada en el sistema operativo. La tasa de participación es baja pero el recuento de votos deja entrever una gran luz al final del túnel. Tenemos que empezar a creer que nuestras voces y votos cuentan, que no somos una panda de marionetas manejadas por los políticos de turno. Esta no es la España de la dictadura, cerrada donde se filtraba todo acceso a la información. No, ahora tenemos libertad y acceso a medios internacionales, internet a canales que nos permiten hacernos oir y entrar a formar parte del juego político. Basta de quejarse por lo bajini y protestar, si algo no te gusta, ponte en marcha para cambiarlo pero no te cruces de brazos y protestes.
En cuanto a los resultados europeos…asusta pensar que en Alemania el NPD (Partido Nacional Democrático Alemán) de extrema derecha ha conseguido un Eurodiputado. Me entran escalofríos solo de recordar las imágenes en el telediario de su portavoz celebrando los buenos resultados. En Holanda se han pegado el batacazo pero en Reino Unido y Francia la extrema derecha ha emergido como principal fuerza política. Esto me preocupa porque muestra lo que ya sospechábamos; que la idea de Europa no está forjada en la mente de los ciudadanos de los 27 estados que la componen. Esto nos lleva de vuelta a lo que sucedió hace algunos meses con el referendum en Suiza sobre la entrada de extranjeros en el país y con la propuesta del gobierno alemán de reforzar las condiciones de entrada de extranjeros en el país. Entre las condiciones que se platean está la de un máximo de 6 meses de residencia en el país para encontrar un trabajo. ¡Qué listos son estos alemanes! Buscando al inmigrante de cuello blanco, altamente cualificado y formado, recibiéndole con los brazos abiertos. Los otros tienen que demostrar que están aquí realmente para trabajar y no para vivir la vida Erasmus con la subvención del sistema social alemán al que no han contribuido; eso que los alemanes han bautizado como Sozialtourismus. No queda otra que esforzarse en demostrar que somos productivos para evitar que nos cierren las fronteras.
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