Vente a Alemania, Pepe pero no a Suiza
Por Esther Patrocinio , 11 febrero, 2014
Que sí Pepe, que te vengas a Alemania pero no a Suiza. La noticia ya la dió Julia Roig; el 50,3% de los suizos votó a favor de la medida «contra la inmigración masiva» y me acordé de Pepe. De ese Pepe tan arquetípico español protagonizado por Alfredo Landa en una película que deberían ver todos los que piensan emigrar a Alemania; pero también me acordé del otro Pepe, el que conocí hace unos meses en España en la boda de una amiga.
Pepe ya está jubilado, es un serrano noble, sincero que como muchos otros, hace décadas emigró de su tierra castellana en busca de un futuro laboral que le permitiera ahorrar unas perrillas y volver para hacerse una casa en su pueblo. Cuando mi amiga le dijo que vivo en Alemania, él y su mujer vinieron en mi busca a saludarme en alemán-suizo. Me quedé sorprendida y les contesté también en alemán. Las horas siguientes hablamos mucho sobre Alemania y Suiza.
Chocolate suizo – Zurich
Pepe añora Suiza, esa Suiza verde, lluviosa, tranquila y a la vez llena de cultura pero se alegra infinitamente de haber vuelto a Castilla. Han pasado los años pero muchas cosas no han cambiado, los españoles siguien viniendo a trabajar, a pelearse con el idioma, la cultura y a enfrentarse cada día a nuevos retos. Pepe me repite que no me case con un suizo ni con un alemán, que son muy aburridos y al final acabaré por quedarme aquí y no volver a España. Sus hijos nacieron algunos en Suiza y otros en España, me explica su mujer, pero los mayores olvidaron el alemán de los primeros años de escuela. Ahora es distinto me dicen, ahora somos europeos.
Somos europeos, pero Suiza no es Europa. Alemanes, franceses e italianos cruzan cada día las fronteras para trabajar en el país vecino donde la moneda es más fuerte que el euro y compiten contra los suizos porque los costes de vida en sus países son inferiores a los que soportan los que residen en territorio cantonal. La globalización es así, los costes laborales se abaratan, las empresas se deslocalizan en países donde la producción es más rentable y las consecuencias las pagamos los individuos, europeos o no, que necesitamos un trabajo del que poder vivir.
Me preocupan las consecuencias, el que Alemania u otros países decidan limitar también el acceso de ciudadanos extranjeros. Alemania no es Suiza, los europeos podemos trabajar aquí pero, como en la película protagonizada por el difunto Landa, aquí se viene a trabajar, a competir con otros que dominan el idioma, a romper los estereotipos del españolito que duerme siesta y baila flamenco. Nos permiten venir y quedarnos aunque echen pestes de los que viven del Sozialtourismus; las ayudas sociales que concede el estado alemán. Suiza es otra historia, por eso Pepes y Pepas, venid a Alemania, pero no a Suiza.
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