Romance de las elecciones en Francia

Este domingo, señores, en la Francia se celebran

comicios presidenciales; que no es contienda pequeña.

De los once candidatos, sólo cuatro se la juegan;

al quinto, Benoit Hamon, los suyos ya no le dejan;

los otros cuatro sus armas, pulen para la contienda:

la primera, hasta hace poco; era en todas las encuestas,

Marine Le Pen que, flamante; ganaba en primera vuelta.

Todos le cierran el paso; todos el paso le cierran;

¡la extrema derecha!, dicen; ¡viene la extrema derecha!

Todo para los franceses; sólo los de pura cepa;

responde, a los inmigrantes; mandadlos a la frontera.

Aranceles en Europa; ¡por las empresas francesas!

Quisiera entrar en París, como Juana, la Doncella.

Pisándole los talones, Macrón casi atrás la deja;

ex-banquero, vendedor; vendedor de lo que sea;

no tenía ni programa; se lo presta Albert Rivera.

¡Europa!, se desgañita; ¡sus bancos y sus empresas!

Detrás viene Melanchon; el tribuno de la izquierda;

como un nuevo Robespierre; ¡a por él!, clama la prensa.

Quiere subir los impuestos; y gastar a manos llenas.

Por último, va Fillon; triste, bajo sus banderas.

Quiere bajar los salarios; los escándalos le cercan:

por colocar a sus hijos; a su mujer y a su suegra;

una conjura insidiosa; de Hollande y los de su cuerda;

¡ay, como a nuestro Rajoy!, a los Juzgados lo lleva.

Este domingo, ¡mañana!; día del libro y las Letras;

hay elecciones en Francia; que no es contienda pequeña.