San Antonio Spurs confirma los pronósticos y se proclama campeón de la NBA
Por Gonzalo Roy , 16 junio, 2014
Se acabó. No hay más. San Antonio Spurs no permitió que el vigente campeón revalidara su título de la NBA al vencer a Miami Heat por un claro 104-87 y sellar su merecido triunfo por cuatro victorias frente a una sola derrota. El equipo dirigido por Gregg Popovich fue claramente superior en toda la serie y anoche fue otro ejemplo más. Con un atractivo estilo de juego en el que todos los integrantes de la plantilla brillan con luz propia desactivó a Miami Heat, a su estrella LeBron James y se coronó por quinta vez en los últimos 17 años.
San Antonio Spurs logró su quinto anillo de campeón
La llegada de Tim Duncan en 1997 junto a Popovich cambió el signo de la franquicia y, pese a que muchos les dieron por muertos antes de tiempo, Pops se aferró al talento de su estrella, pese a sus 38 años, y de sus perfectos y curtidos ayudantes, Tony Parker -37 años- y Manu Ginóbili -32. Éstos estuvieron arropados por jugadores como Diaw, Mills, Splitter o Belinelli, que asumieron su rol e interiorizaron el estilo de juego colectivo de la franquicia para conducir al equipo al triunfo final. Capítulo aparte merece Kawhi Leonard, elegido MVP de la final, y que se consagró como una gran estrella, relevo perfecto de Tim Duncan como líder del equipo. Sólo el tiempo dirá hasta dónde puede llegar su indiscutible talento. Con 22 años y una progresión lenta (no ha sido ni tan siquiera All Star todavía) pero firme de la mano de Popovich, el alero ha brillado tanto en defensa como en ataque, en una demostración de que el juego solidario y equilibrado del equipo permite destacar a cualquier pieza del tablero, sea rey, torre o peón.
Por su lado, Miami Heat afronta un futuro incierto, con su técnico Erik Espoelstra que ya ha manifestado que deberán “reflexionar profundamente sobre esta derrota” y un LeBron James que dejó un aroma de incertidumbre en su última conferencia de prensa al afirmar que “le tengo que dar vueltas a todo este verano”. La sensación en la franquicia es de haber dejado escapar una oportunidad histórica de igualar los tres anillos consecutivos de los Chicago Bulls de Michael Jordan ante un conjunto claramente superior, al que sólo derrotaron en el segundo partido por un ajustado 96-98 y con un LeBron James estelar.
En el último partido de la serie y pese a que el primer cuarto terminó con una victoria parcial visitante por 22-29, San Antonio Spurs emergió en el segundo cuarto con su mejor baloncesto de ataque y unos ajustes en defensa que desactivaron a Mario Chalmers, el base floridano que ha decepcionado en toda la final, y dejaron a los Heat con una marca de tan sólo 11 puntos. Impropia de alguien que quiere remontar una final que tiene perdida por 3-1. En el segundo tiempo, la engrasada máquina local no dio pie a especulaciones, movió el balón con la rapidez habitual, buscando espacios sin desfallecer, intercambiando sus piezas para que todas aprovecharan sus momentos de lucidez y así es muy difícil perder.
Al final San Antonio recuperó las mieles del triunfo por quinta vez desde que Tim Duncan y Gregg Popovich cruzaron sus caminos, integrando un colectivo muy sólido y que juegan un baloncesto tan atractivo como eficiente. Las dos victorias en cancha ajena precedentes no fueron más que señales inequívocas de que el aspirante estaba noqueando al campeón, no punto a punto, sino golpe a golpe hasta hacerle caer en la lona y proclamarse justo vencedor de la NBA.
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