Sobre las notas del móvil. | Carlos Gómez B.

Es una pena que estés leyendo esto que, en realidad, no es lo que deberías estar leyendo. Tampoco quiero hacerte perder el tiempo, pero es así. Todo esto, no iba aquí. Aquí iba un texto gracioso que hablaba sobre el kebab de mi barrio, al que suelo ir con frecuencia, pero no me apunté nada más en las notas del móvil. Simplemente: Kebab. Mira que me lo tengo dicho: apunta varias palabras, alguna frase, y luego, desarrolla. La idea era hablar de lo que caracteriza a esos locales tan característicos. Pero nada, no aprendo. Solo escribo una palabra. Por prisa o por no querer sacar el móvil en el metro o en la calle, supongo. Siempre me lo advierto: que no se olvide nada, la idea es esta y quiero contar esto otro. ¿Qué enfoque le doy: serio o gracioso? Son pensamientos rápidos, preguntas que me lanzo, pero que no apunto. Claro, luego llego a casa, abro el Word, miro el móvil, leo la palabra Kebab, me pregunto qué hace la palabra ‘Kebab’ escrita en mis notas, me entra hambre, abro la agenda y pido comida a domicilio.

Todo lo demás, pasa a segundo plano.

Carlos Gómez B.

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