The Newsroom, tiempo de prórroga
Por Marta Ailouti , 9 noviembre, 2014
The Newsroom, la serie fallida de Aaron Sorkin, si es que Sorkin puede hacer algo realmente fallido, regresa con su tercera y última temporada. También algo más breve, porque solo constará de seis capítulos. Una despedida generosa, en cualquier caso, para una serie que, da la sensación, hubiera sido mucho mejor si le hubieran dejado. Ingredientes tenía, hablemos ya en pasado. Un guión ágil, ingenioso, incisivo e inteligente, una temática atractiva, el idealismo exacerbado de su creador y un magnífico reparto encabezado por un impecable Jeff Daniels, en el que ninguno de sus actores como Emily Mortimer, John Gallagher, Alison Pill o Sam Waterston, entre otros, desentona. Tampoco los secundarios. Jane Fonda es Jane Fonda y además está espectacular en cada escena.
Es por ello que no entiendo, en parte, a sus detractores. Solo en parte. Porque es cierto que la serie, que mejoró con su segunda temporada corrigiendo algunos de sus defectos, falla un poco a la hora de humanizar a sus protagonistas, con los que uno empatiza más por lo que dicen, o por cómo piensan, que por lo que sienten. Y es que habrá en quien despierten cierta antipatía estos personajes a veces histriónicos, de mentes brillantes que actúan torpes e inseguros en el plano sentimental, con una verborrea inteligente y desmedida y un fino sentido del humor. No es mi caso. A la ficción a veces hay que darle el espacio de la ficción. Poco importa si son o no todos demasiado perfectos, como si la inteligencia fuera en realidad un problema. O si su creador se pone a soñar, como muchos de nosotros soñamos antes, con un periodismo idílico que no corresponde con la realidad. Porque digan lo que digan, la televisión, esto es así, debería tener algo de Sorkin en pantalla al menos cinco minutos diarios. Por ley.
De momento lo que sí tendremos es un capítulo cada semana de una serie a la que algunos sí que le hemos pillado el punto. Y nos entusiasma. Y para ello en esta ocasión la acción se sitúa cinco meses después de donde lo dejamos. ATENCIÓN SPOILERS. Con ese final precipitado y completamente forzado que tan poco nos gustó a algunos, donde Will le pedía matrimonio a Mackenzie y esta aceptaba, al tiempo en que Let my love open the door de Luminate empezaba a sonar. Todo muy azucarado. Atrás dejamos el caso Génova y la tensión no resuelta entre el presentador de News Night y su productora. Y avanzamos hacia una nueva situación, a partir de que Neal reciba una información confidencial de una fuente misteriosa del gobierno. FIN SPOILERS. Es un punto de partida. Y también un final. Porque esto es lo que es. Una prórroga en la que gane quien gane no habrá mucho que hacer una vez agotado el tiempo. Veremos con qué nos sorprende Aaron Sorkin, al que esperemos encontrar pronto de nuevo por estos lares. Quizás consiga que nos quedemos con las ganas. O al menos con buen sabor de boca. Es casi una promesa si el que firma es él. Ahora solo queda disfrutar del partido. Yo ya tengo ganas de ver el resultado.
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