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Tranquilidad en forma de Copa

Por Iván Trapero , 4 diciembre, 2014

Tras el grave y bochornoso incidente del domingo pasado, el Atleti viajó a Hospitalet para enfrentarse en la copa, escoltado por varias patrullas de policías, que tras el ultimo partido, querían minimizar daños y declararon un partido de alto riesgo, para que de esta forma no hubiese altercados, antes de empezar el partido.

Los dos conjuntos salieron con camisetas en contra de la violencia en los terrenos de juego, para así mentalizar o intentarlo al menos, a aquellos energúmenos que no saben lo que es el deporte de verdad.

Los jugadores del Hospitalet y del Atleti con camisetas a favor de la NO violencia en el fútbol

El once copero del Cholo sería Oblak en portería, defensa novedosa con Gámez, Giménez, el canterano Lucas y Siqueira, Gabi, Mario Suarez y Saúl en la medular, y tripleta atacante de extreno con el Cebolla, Raúl Jiménez y Cerci que tras las desafortunadas declaraciones que hizo le queda mucho camino que andar para ganarse a la afición colchonera.

El Hospitalet salió con muchas ganas, y el atleti con alguna revolución menos que de costumbre, pero que poco a poco irían madurando, sin distraerse en ningún momento, y siendo muy profesional como lo es siempre, pero ni por estas entraba el balón, ya que tuvieron muchas oportunidades pero ninguna entraría en la primera parte.

Ya en la segunda parte, y tras la entrada del francés Griezmann, sustituyendo a Saúl, daría al equipo mucho mas mordiente y profundidad, así fue como en el 67´ sería el propio Griezmann el que abriría la lata para meter el 0-1. El Atleti se le notaba ya mucho más cómodo, a un Cerci que se empezaba a gustar y con una defensa muy sólida con un Gámez a la cabeza muy contundente y serio.

De esta manera sería como, en una jugada de los colchoneros muy bien llevaba, Cerci se interna en el área y es agarrado por un defensa del Hospitalet que recibiría tarjeta amarilla, y sería el capital colchonero Gabi quien materializaría el gol de la tranquilidad de penalti. Con 0-2 el equipo ya estaba muy fuerte pero quería mas, se veía un ansioso Raúl Jiménez que quería meter gol a toda costa tras anularle uno por fuera de juego y tras fallar otras tantas, pero el gol no sería para él, sino que lo haría el Cebolla, que tras recibir un balón en la frontal del área sin pensárselo dos veces suelta un zapatazo para meter un verdadero golazo, y finiquitar el partido con el final 0-3.