Trump reaviva la guerra comercial con China
Por José Julián Martín , 17 mayo, 2019
Análisis de mercados de Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos de La Financière de l’Echiquier.
Cuando los inversores habían «comprado» la distensión entre Estados Unidos y China, y parecía estar cercano un acuerdo comercial entre las dos superpotencias, Donald Trump ha hecho tambalearse este bonito optimismo. En un tweet publicado el domingo 5 de mayo, el presidente norteamericano ha amenazado con subir del 10 al 25% las tasas aduaneras sobre 200.000 millones de dólares de productos chinos importados. Y a continuación, ha añadido que 325.000 millones de dólares de productos adicionales también podrían gravarse al 25%, en una segunda fase.
La cuestión: un aparente vuelco de China en las discusiones comerciales entre ambos países. En efecto, Pekín habría devuelto a Washington una versión corregida y edulcorada del proyecto de acuerdo comercial, retirando, sobre todo, cualquier compromiso de legislar contra la transferencia forzosa de tecnología, el robo de propiedad intelectual, el acceso a los mercados financieros o incluso la manipulación de la divisa: todos los aspectos cruciales de los que tratan las negociaciones desde hace varios meses.
Tras haber planteado serias dudas sobre su visita, las autoridades chinas finalmente han decidido, a pesar de todo, acudir a Washington el jueves y el viernes, puntualizando que no harían concesiones.
El miércoles, con ocasión de una concentración electoral en Florida, Donald Trump ha reiterado sus amenazas, acusando a China de haber «roto el acuerdo». Al mismo tiempo, el Ministerio de Comercio chino ha indicado que -en caso de aumento de los aranceles aduaneros estadounidenses-, se adoptarían contramedidas.
A lo cual el jueves siguió una serie de declaraciones que jugaban a dos barajas: Donald Trump ha explicado que se le había presentado una «excelente alternativa» al proyecto de acuerdo y que probablemente se entrevistaría en breve con su homólogo Xi Jinping, antes de anunciar que se había emprendido un trabajo para la tributación de 325.000 millones de dólares adicionales de importaciones chinas.
Finalmente, el viernes, la Administración de EE.UU. ha incrementado oficialmente del 10 al 25% los derechos aduaneros sobre 200.000 millones de dólares de productos chinos. Las autoridades chinas han declarado que emprenderían medidas de represalia. Las discusiones, que han continuado sin llegar a ningún acuerdo, se reanudarán en una fecha indeterminada.
A lo largo del fin de semana Donald Trump ha reiterado sus amenazas, pidiendo a China que haga todo lo posible para llegar a un acuerdo, explicando que la situación será «mucho peor» después de 2020 (tras su eventual reelección). De forma más lacónica, a través del portavoz de su Ministerio de Comercio, China se ha limitado a declarar que ella «no sucumbirá a la presión».
El mercado creía en el acuerdo
En este asunto, a día de hoy el riesgo parece ser asimétrico. El escenario de un acuerdo entre ambas partes se había integrado efectivamente en las cotizaciones y, a pesar de la caída de los mercados la semana pasada, se observa una cierta complacencia con respecto a esta situación. Ahora bien, el riesgo de que las discusiones se atasquen y la perspectiva de que el acuerdo se aleje no es pequeño.
Y en un caso extremo, la situación podría incluso provocar un resurgimiento de los temores sobre el crecimiento mundial, puesto que la mejora de las perspectivas para el segundo semestre se apoya, en parte, en la tranquilidad de los temas geopolíticos.
A pesar de que los mercados evolucionan a unos niveles elevados tras el importante rally de comienzos de año, nos parece oportuno actuar con prudencia y desconfianza. Así pues, hemos cubierto significativamente nuestras carteras, especialmente en los fondos de reparto y diversificados.
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