Una pareja cría a su hijo sin género para evitar los estereotipos

Cuando a Lisa y a Martin Price les preguntan porqué su hijo lleva falda, ellos contestan que es un niño con género neutral. En esta sociedad marcada por el rosa y el azul, el fútbol y las Barbies se ha creado una nueva forma de educar libremente sin la influencia de lo que mucha gente denomina ‘normal’ – “Así permitimos que su verdadera personalidad salga a la luz” comentan los padres

Max Price, de cinco años de edad, duerme en una habitación amarilla y juega con camiones y dinosaurios mientras lleva vestidos y las uñas pintadas. Durante el embarazo y el parto, sus padres le llamaron “the infant” (del inglés “el infante”, el artículo “the” no distingue entre sexos). El niño ha pasado su infancia distante de las expectativas de cómo deben actuar los niños y las niñas, y ha disfrutado de una libertad raramente conocida.

“Los estereotipos son realmente innecesarios” Afirma Ms. Laxton, amiga de la familia “¿Por qué querríamos meter a nuestros hijos en grupos con etiquetas? El género afecta a la forma de vestir, de jugar y, a la larga, a la personalidad del adulto en el que se convierten”.

Son muchos los padres que han decidido criar a sus hijos de forma diferente a lo estipulado. En un mundo de capitalismos y egocentrismos no es difícil de imaginar que un niño que ve anuncios durante un cuarto de hora está consumiendo “valores” indirectamente tales como la avaricia y el machismo. Según un estudio, reforzar los estereotipos masculinos en la educación de los niños hace que sean más agresivos y tengan una actitud dominante frente a las mujeres.

“Si le gusta el rosa, que le guste el rosa. Si le gusta el azul, le gustará el azul. El color no importa, su libertad de decisión sí” comenta Martin, el padre “Mi hijo es libre y feliz, y espero que en un futuro sus hijos también lo sean”.