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UTOPIA: frenética mini serie inglesa

Por Redacción , 28 abril, 2014

Una serie de género negro con toques de La Naranja Mecánica, reminiscencias de 1984 y mucho de películas como Libera tu mente o La agenda esotérica

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Por RAUL HUERGA

Frenética. Así es como empieza y como acaba esta mini serie británica. Dirigida por Dennis Kelly, esta obra mezcla teorías conspiranoides, corrupción política, el poder de las grandes multinacionales farmacéuticas y  experimentos genéticos para ofrecernos un cóctel creíble, fácil de digerir y difícil de prever.

Mostrando un dominio perfecto del acompañamiento musical, la banda sonora resulta a la vez angustiosa y relajante; la fotografía –eminentemente británica– busca planos totalmente artísticos, combinando luces, sombras y colores para provocar en el espectador una sensación de realismo que le hace sentirse parte de la historia.

Los actores, sobre todo Neil Maskell y Fiona O’Shaughnessy, alcanzan en esta serie un nivel poco visto en otras series del Reino Unido, aunque a menudo tienden a la sobreactuación. Los personajes están bien trabajados, con historias cercanas y con las que el espectador puede sentirse identificado: un niño problemático en una familia desestructurada, un informático, un paranoico obsesivo de las conspiraciones, un funcionario del ministerio de sanidad, un asesino psicópata patizambo y con evidente retraso mental… Ver cómo se desenvuelven en medio de la oscura historia de Utopía no dejará de sorprendernos en cada capítulo.

Con aires de novela negra, se hace referencia a limpieza étnica nazi, a los Illuminati, al “fin de la humanidad” y consigue encajar todas las piezas del puzzle para que el final sea inesperado. Aprovechando antiguos trucos recurrentes de este género, como el mensaje oculto en un manuscrito o el espía doble, Utopía sufre varios giros argumentales que te llevan a querer ver qué más pasará capítulo tras capítulo.

Algunas escenas no son aptas para estómagos débiles, aunque huye del gore y de lo desagradable, la serie está plagada de violencia explícita desde los primeros minutos. Algo que le supuso varias denuncias en el tercer capítulo, en el que se produce un tiroteo en un colegio de educación primaria, que se emitió sólo un mes después de la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook.

En resumen: una serie de buena calidad, banda sonora y fotografía inmejorables, violencia (aunque justificada), un guion laberíntico y una trama rápida, fresca y diferente.


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