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Vincent y Zac: una historia verdadera

Por Anna Genovés , 1 febrero, 2014

Los amigos verdaderos se cuentan con los dedos de las manos. Eso dice un antiguo proverbio universal. Por este motivo, el otro día, cuando oí que un niño de siete años se había afeitado la cabeza porque su mejor colega tenía leucemia, pensé que podía ser cierto. No todo el mundo lo hace.

Las personas, por regla general, damos nuestra amistad a cambio de algo. Lo hacemos inconscientemente. Pero, lo hacemos. La historia de Vincent y Zac, es conmovedora. Dos chiquillos estadounidenses cuya amistad ha dado la vuelta al mundo: una lección que no debemos olvidar.

El pequeño Zac, sufría leucemia linfoblástica aguda desde el verano de 2013. Pese a ello, nunca dejó la escuela; aunque la quimio lo dejara hecho trizas. Sabía que Vicent le esperaba.

El tratamiento para paliar la mortífera enfermedad, hizo que Zac Gossage perdiera el cabello. Vicent Butterfield, sin previo aviso, decidió rasurar su cabeza como muestra de solidaridad. Cuando le preguntaron por qué lo había hecho, Vicent contestó: «Lo hice para que Zac no sintiera el único niño sin pelo».

No obstante, Vicent quería hacer más… Se informó de todo lo relacionado con la enfermedad; su mente infantil, comprendió que se trataba de una guerra entre los glóbulos blancos y los rojos. Asimismo, descubrió el costo de la atención sanitaria, en todo el proceso para su cura. No olvidemos que en EEUU sólo es gratuita la medicina primaria, y hablamos de familias de clase obrera. Ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra, participó en distintas asociaciones para recaudar fondos y vendió las bufandas que iba tejiendo su madre día a día.

No se trataba de solidaridad, había algo más: amistad. Amistad verdadera. Como prueba de ello, la contestación que le dio a un reportero de la TV digital KSDK. La pregunta fue: ¿qué es para ti la amistad y por qué tanta fidelidad, Vicent”. La respuesta del chaval dejó atónito al periodista: “la amistad es algo muy hermoso y los amigos no sólo son personas con las que jugar, hay que apoyarlas en todas las batallas”.

En la actualidad, el cáncer de Zac ha remitido. Empero, mantendrá el tratamiento durante dos años más. Financiación, no le faltará. Mi enhorabuena a ambos.