Xenofobia. La Comunidad Europea
Por Andrés Expósito , 6 abril, 2014
La xenofobia es xenofobia, vaya envuelta en papel plástico y cristalino, acaramelado y perfumado, o amparado en leyes regladas, legisladas o dictadas. La xenofobia es el miedo, la hostilidad, el rechazo, el odio al extranjero, es atrincherarse en actitudes que incluyen y denotan desprecio, amenazas, agresiones, asesinatos y otros.
Xenofobia, es sin duda, en símil medida, la expulsión que en los últimos tiempos parecen contemplar y realizar varios países de la comunidad europea, con ciudadanos que por uno u otro motivo han trasladado su residencia o han emigrado, y que también, pertenecen a dicha comunidad. Son expulsados, cualquier excusa es válida: falta de empleo, prejubilación, vida laboral inconstante e irregular, etc. Reciben una carta y se les retiene el documento de identidad, y no se tiene nada en cuenta. Se les amenaza y atenaza que si no abandonan voluntariamente el país, serán detenidos, cual asesino, ladrón o violento, y conducidos hasta la frontera y empujados, abandonados y expulsados al otro lado de la misma.
Olvidemos, entonces, la realización de esa otra posibilidad, la de todo aquel que al no procurar su país, o gobierno, o fríos o incompetentes mandatarios, la competencia para procurar la estabilidad laboral, puedan emigrar a otro lugar, aunque sea y siendo dentro de la propia Comunidad Europea, o por otro lado, tenga en el traslado migratorio la disculpa o necesidad, en el ansia o azar, la condición o estímulo de encomendar un propósito laboral, cultural o de conocimiento del idioma, en otro país diferente al suyo propio. Nada. Todo cerrado, colocadas las balizas, elegidos los que estarán y los que no.
Más de una docena de países de la Comunidad Europea ejercen y promueven en la actualidad, expulsiones de “ciudadanos europeos”, inmigrantes comunitarios, de manera selectiva en base a la irrisoria excusa de “carga excesiva” para las arcas de sus estados.
¿Para qué sirve la Comunidad Europea?
El ser humano deja de procurarse ser humano, algunos miembros parece que dejan de pertenecer a la misma especie, la ciudadanía se quiebra y desalienta, en un lado unos, en el otro los otros, ¡no se mezclen!, o tendrán las instituciones que tomar las medidas oportunas, necesarias y violentas si hiciera falta, o bueno, violentas de todos modos, ya se buscaran e impulsaran luego motivos y excusas, se acondicionaran y referirán, con testigos y todo.
Los pretextos para dichas expulsiones son denigrantes y “es xenofobia”.
¿Para qué sirve la Comunidad Europea?
La xenofobia es xenofobia. Ninguna ley, o país, o grupo de países, o Comunidad, puede dibujar un círculo alrededor o apartarse para no quedar vinculado o ensuciado o dilapidado, cuando sus actos y formas constatan el ejercicio de la xenofobia, incluida La Comunidad Europea.
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