A la derecha se le hiela la sonrisa
Por José Luis Muñoz , 29 diciembre, 2014
Conforme nos acerquemos al fatídico noviembre de 2015 vamos a ver más expresiones adustas entre los miembros del PP. El partido que gobierna actualmente en España, y, que según las encuestas, dejará de gobernarla próximamente, saludó con alborozo la presencia de Podemos, incluso le facilitó algún medio de la caverna mediática para que se explayara a sus anchas: Podemos iba a debilitar a la izquierda, a la izquierda que el PP considera que es el PSOE. El espectacular e inesperado resultado de Podemos en las elecciones europeas y el avance sin paliativos en todos los sondeos electorales ha provocado que a los dirigentes de la actual cúpula del PP se les tuerza la sonrisa. Podemos no sólo fagocita a IU, sino que araña al PSOE y hasta a ellos mismos: muchos votantes del PP están desencantados del partido en el que confiaron. El hartazgo de la ciudadanía ante el gobierno de un partido que ha liderado la corrupción (muchos identifican el caso Bárcenas y la Gürtel con el PP) y lo ha machacado con recortes mientras ellos recibían sobresueldos que, a día de hoy, aún no sabemos de dónde salían, hace que el electorado se escore hacia la izquierda del PSOE.
En medio del naufragio, el PP hace guiños desesperados a los socialistas y está detrás de ese globo sonda para salvar España del caos con un gran pacto de estado entre los dos partidos tradicionales que se han turnado en la gobernanza del país. Otro nuevo error del PP. Los socialistas saben, y ahí está el PASOK en Grecia que lleva camino de ser testimonial por su nefasta política de pactos con la derecha, que ese abrazo del PP sería su debacle en las urnas.
A medida que se acerque noviembre del 2015 la campaña de desprestigio contra los líderes de Podemos irá en aumento, y mientras más crezca en intensidad y virulencia más posibilidades tendrá de vencer la formación liderada por Pablo Iglesias. De momento la munición empleada ha resultado ser salvas de artillería. Podemos ya disputa la hegemonía hasta en los feudos nacionalistas de Euskadi y Cataluña al PNV y CiU, otro partido castigado por la insoportable corrupción de sus dirigentes carismáticos.
Una votante de CiU, que dejó de votar a la coalición nacionalista y confía en Podemos, me dio la clave del auge de ese novísimo partido que tiene todos los números para gobernar en un futuro muy próximo nuestra nación desilusionada: Nos han convertido en pocos años a todos en proletarios; han terminado con la clase media: que la derecha se atenga a las consecuencias.
Con Syriza gobernando en unos meses en Grecia y Podemos en España, Europa puede dar un giro de 180 grados en sus políticas de austeridad que han empobrecido a los ciudadanos. Se abre un futuro político apasionante.
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