El árbol y las manzanas podridas
Por José Luis Muñoz , 27 noviembre, 2014
Acaba de caer una manzana podrida del árbol que debiera haberse arrancado muchísimo antes, pero todos sabemos qué clase de presidente inepto tenemos cuya acción es la inacción. El cierre del caso Gürtel, que todo el mundo sabe desde hace tiempo que es el caso PP, sería suficiente en cualquier democracia europea para que el gobierno dimitiera y el partido se disolviera y se refundara. Con los datos que se tienen en la mano podrían cuestionarse todas las victorias electorales del PP obtenidas con fondos ilícitos. No anticipemos acontecimientos.
Si sigue esta deriva vamos a ver como el PP se deshace como un azucarillo en el café, algo así como el derrumbe de la UCD, y luego la CDS, de Adolfo Suárez. Mantener a una recua de ministros impopulares e ineptos—si contamos los medianamente aceptables acabaríamos en un segundo—ha producido un desgaste insoportable en el gobierno de Mariano Rajoy al que el cargo le vino siempre inmenso. No contenta a los suyos, ni contenta a la oposición. No sé si logra contentarse a sí mismo, pero malas lenguas anuncian que ya no va a ser el próximo candidato a las elecciones de la derecha.
Las encuestas, si se cumplen, anuncian un cambio de régimen y la irrupción en el escenario político de una fuerza purificadora que limpie las cloacas de la política a fondo, que dé buena cuenta de los corruptos y los corruptores, de los que nos estamos olvidando. Podemos tiene que ganar las próximas elecciones generales por muchas dudas que suscite la formación liderada por Pablo Iglesias, por mucha inconcreción de su programa político y falta de pragmatismo. De ellos, y de nosotros, debe venir la regeneración democrática.
La fruta podrida va cayendo, pero el árbol del PP está podrido hasta sus entrañas y tendría que ir el leñador a cortarlo antes de que sus ramas puedan caer y causar más tragedias.
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