Amores infieles
Por Guillermina Royo-Villanova , 20 febrero, 2014
El hombre teme lo desconocido y lo rechaza. El sólo hecho de plantearse otras opciones diferentes a las inculcadas por su cultura abre demasiadas puertas, demasiados cabos que de una manera u otra necesitará amarrarar porque hasta la libertad nos asusta; pero pretender o creer que uno tiene todo bajo control es lo más alejado a tener algo controlado; esa perversa manía humana de creer que el universo gira a nuestro alrededor, de crear dioses a nuestra imagen y semejanza en un intento de mantener el control mediante el sentimiento de culpabilidad comienza a tambalearse. El pasado viernes en el Ateneo, durante la presentación del libro Amores infieles, el guineano Justo Bolekia Boleká, catedrático por la Universidad de Salamanca y colaborador en esta nueva antología de Pigmalión, dio un giro a la tarde.
-¿Infidelidad? En mi cultura no existe este concepto, somos polígamos- dicho esto Justo nos premió con un poema cantado, bello y positivo que alumbró con luz diferente el mismo título de la antología. Mientras una parte de la humanidad deja su felicidad en manos de la fidelidad de su pareja la otra asume el hecho con naturalidad.
El modelo familiar de la monogamia no garantiza la felicidad que en cualquier caso depende de un sentimiento, una actitud y saber hacer; una vez se adscribe uno a la monogamia se le exige cumplir el contrato o al menos aparentar que se hace, bien que muchos lo hacen gustosos y otros tantos la incumplen pero se aman como pareja. No dejemos de ser fieles a nosotros mismos para ser aprobados por una sociedad basada en la imagen y la apariencia y sobre todo, no rechacemos lo que no entendemos porque encierra las respuestas a las preguntas que nunca nos haríamos desde la ignorancia.
Justo Bolekia Boleká durante la presentación de la antología «Amores Infieles» presentada en el Ateneo y coordinada por Antonino Nieto.
Vídeo Justo Bolekia Boleká
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