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¡Avisadme cuando cante Alba Reche!

Por Mariano Velasco Escudero , 14 julio, 2021

La cantante ilicitana inicia el viernes 16 de julio en la Sala La Riviera de Madrid la gira de su disco “La pequeña semilla”

Una de las primeras veces que escuché cantar a Alba Reche, si no la primera, fue cuando interpretó La llorona en Operación Triunfo. Debía andar yo por la cocina recogiendo la cena y mis hijas en el salón, viendo OT. Recuerdo que al oírla, pregunté: ¿quién está cantando? Alba Reche, me dijeron. Me fui al salón, cogí el mando de la tele y mientras mis hijas me miraban con cara de “ya-viene-papá-a-cambiarnos-el-canal-y-poner-el-fútbol”, le subí el volumen a la televisión y me senté con ellas a terminar de ver la actuación. Después de que Alba se desgañitara al final de la canción… “qué más quieres, qué más…”, tragué saliva y solo acerté a decir: ¡jo-der!

A partir de ese día puse de moda en mi casa una frase que decía desde la cocina cuando empezaba OT: “Avisadme cuando cante Alba Reche”. Probablemente no era la voz más perfecta de aquella edición de la academia, pero… era distinta, especial y, sobre todo, conmovía y llegaba hasta donde llegan esos puñales que de vez en vez se te clavan y verdaderamente te emocionan.

Llegó su primer disco, Quimera, y enseguida se supo que allí había una artista de fuerte personalidad, que no estaba dispuesta a dejare llevar por corrientes, sino que quería destacar con voz propia. Escuchar aquello de “niña de los ojos tristes, te fuiste siendo buena” en la voz entrecortada de Alba Reche en formato acústico fue para mí el segundo gran “rechetazo”, después de La llorona. Al terminar de escucharla, volví a tragar saliva y lo dije otra vez: ¡jo-der!

Alba Reche en su Instagram (@albxreche)

Ahora llega su segundo disco, La pequeña semilla, una evolución musical hacia estilos más variados, una sólida madurez en la letras y una clara pretensión cada vez más evidente en sus canciones: la de abrir puertas. Desde la aparición de La pequeña semilla el pasado mes de marzo, Alba Reche ha ido desgranando aquí y allá pequeñas apariciones en medios interpretado parte de sus canciones, que han ido creciendo y redescubriéndose a sí mismas de forma sorprendente, gracias a la increíble versatilidad de esa artista que es capaz tanto de desnudar su voz en formato acústico para hacerla brillar aún más como de revestirla de aires rockeros.

Reivindicativa y comprometida firmemente con temas como el feminismo, la igualdad y la defensa de la diversidad y del colectivo LGTBIQ+, tuve la suerte de entrevistarla para Culturamas recién salido el disco a la calle. Llevaba tiempo detrás de la entrevista, pero fue algo casi improvisado, deprisa y corriendo y por zoom, dado el estado de la pandemia entonces y las dificultades de la promoción. Hice la entrevista desde mi casa y mi hija, que andaba por allí ayudándome con la conexión online me lo dijo: “estás nervioso”. Lo estaba. Como un flan. He entrevistado y hablado con políticos, abogados, sindicalistas, embajadores, escritores…, pero – con la excepción de un día que pude cruzar un par de preguntas con Gabriel García Márquez – nunca antes había tenido ocasión de entrevistar a alguien que me erizara tanto la piel como lo hace Alba Reche cada vez que la escucho cantar. Era para estarlo.

En la generosa entrevista que me concedió, descubrí, además de todo lo que ya intuía de ella, que una “muchachica” de la edad de mi hija más o menos era capaz de darme lecciones, de música por supuesto, pero también de coherencia, de compromiso, de dignidad («…que es muy difícil que no te la arrebaten y no te la arrebates tú misma en este mundillo») y, sobre todo, de ganas de vivir y de comerse el mundo («Vive salvaje y con brillo de niña en los ojos, aunque mueras en el intento»).

Como ya lo está haciendo, lo de comerse el mundo, y seguro que hará el viernes 16 de julio merendándose Madrid en su primer concierto al que, por desgracia, no podré asistir. Pero como seguro que habrá muchas más oportunidades de verla… ¡que alguien me avise, por favor, cada vez que cante Alba Reche!