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El polvorín ucraniano

Por Milly Sánchez , 28 enero, 2014

Con la caída del primer ministro Azárov se avecina una cascada de dimisiones y una aparición de los mismos perros con distinto collar. Azárov era uno de los objetivos principales de la oposición que lleva 2 meses en la calle en lo que empezó siendo una protesta para acercarse a Europa y ha desembocado en una batalla campal para mejorar el estado de la democracia en la ex-república soviética. Bienvenidos al 15 M edición «cabemos todos» ucraniano.

El presidente Yanukovych parece emular a Rajoy y sigue en su búnker sin mover ficha mientras toda la oposición le pide que dimita y convoque elecciones (uy esto aquí no ha ocurrido ni ocurrirá). Yanukovych ofreció a sus adversarios entrar en el gobierno (eso sólo lo hizo Armada en España) pero se negaron. Esa oposición incluye a milicias filofascistas de ultraderecha que están ganando apoyo popular por su resistencia a las fuerzas del orden. A río revuelto…

No hay que olvidar que Yulia Timoschenko la líder del mayor partido de la oposición (Batkivshchyna) sigue en la cárcel. Un auténtico polvorín a las puertas de «Europa» y Bruselas sigue a su aire.

Por cierto, los jovenes ucranianos desconfían de las caras visibles de la protesta, les consideran parte de la oligarquía corrupta que lleva años sin darles la opción de un futuro mejor. ¿a qué me recuerda esto? Salvo que Rubalcaba o Cayo Lara no están en la cárcel ni Vox se ha hecho fuerte en la Puerta del Sol… la esencia viene siendo la misma: políticos que llevan décadas asegurándose su futuro y olvidándose de para qué entraron en política. Les podríamos encontrar una isla y mandarlos todos allí a purgarse pero… ¡pobre isla!