El Storytelling, ese preciado recurso que nos saca del apuro
Por Lourdes Redondo , 21 julio, 2015
Como dice la imagen: los datos satisfacen la parte analítica de nuestros cerebros, pero las historias nos tocan el corazón.
Llevaba mucho sin actualizar y quería hablaros de esta conocida técnica bautizada como storytelling, cuentahistorias.
Actualmente, el storytelling se está convirtiendo en un elemento precursor que usan muchos de los trabajadores de las empresas para justificar comportamientos, olvidos, descuidos varios. Este elemento que se caracteriza por la dotación de emoción a una historia para generar empatía en el compañero, siempre va acompañado de duras realidades que se arreglan bajo un manto de sinceridad y conveniencia a la hora de contar algo.
Seamos realistas, todos intentamos llevarnos siempre las cosas a nuestro terreno, pero esta nueva técnica explicada perfectamente por Christian Salmon en Storytelling: la máquina de fabricar historias y formatear mentes ya venía desde antes. ¿Acaso no recordáis las historias de Papá Noel o Los Reyes? Unos dicen que es invención de El Corte Inglés, otros que es por ver la alegría en las mentes inocentes y otros que por un lado conveniencia de los negocios y por otro la excusa de disfrutar con un talante distinto una determinada época del año.
El caso es: lo miremos por donde lo miremos. El storytelling nos persigue, en las empresas, en cualquier sector y en cualquier situación cotidiana. Últimamente yo misma estoy siendo testigo principal, de cómo en la vida diaria no se para de usar este recurso, y llega a sorprenderme cuán cruel puede llegar a ser la gente y de qué capacidades existen de difamar una historia con tal de tocar el corazón del de enfrente ¡Como si no fuera fácil decir lo que uno piensa! Bien es cierto, que hablar sin filtro tampoco es bueno, pero este recurso usado por cantantes, actores, e incluso presidentes se está aferrando a una sociedad en la que predomina el egoísmo y la falta de empatía.
El egocentrismo influyente en la sociedad de hoy en día cada día me da más pavor. El punto al que llega el ser humano de «formateo/lavado/barrido» de mente cuando tiene un objetivo claro es muy destructivo. No sé a qué llegamos, entre la incertidumbre que se vive a nivel del país y las pocas posibilidades que existen de cambiar el mundo entre todos… Si nos fusionamos podemos tener la mejor de las intenciones y como dice la canción: juntos somos más, pero ya he dejado de vivir en el mundo de las fantasías hace un tiempo para trasladarme por desgracia al de los adultos.
Con lo guay que era vivir en una completa ignorancia, sin preocupaciones de mayores. Que fácil sería si pudiéramos hacer como Marty McFly y largarnos en El Delorean a otro año… seguro que nada sería igual, pero está claro que no tenemos esa opción.
Una historia siempre tendrá diferentes perspectivas, y alguien que tenga algo de riqueza comunicativa nunca la transmitirá como alguien que no la tiene, pero de lo que no cabe duda es de una cosa ¡A ver si dejamos de adornar con chorradas las historias y nos dedicamos a adornar y poner detallitos tangibles y no de esos imaginarios! Con lo bonita que puede llegar a ser la realidad, no dejamos de distorsionarla.
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