El jardín de las delicias: En la creciente penumbra

Señalaba el poeta uruguayo Mario Benedetti, “la simple decencia ha pasado a convertirse en una utopía“. La asunción de ciertos manejos en la esfera pública y la cariacontecida y templada actitud frente a ellos, ha propiciado  la subversión de los principios.

Llegados a este extremo de cruel insolencia en la sustracción de los fondos públicos, María Antònia Munar retuerce el cuello del cisne. La expresidenta del Parlamento de Baleares está dispuesta a trocar el fruto de sus robos. Eso sí, sólo a cambio de reducir la pena de cárcel que la mantiene por cinco años, y a la espera de la resolución del Tribunal Supremo que adicionaría otra de seis años más. Aún le quedan otros dos procesos. La que durante treinta años fue santo y seña de la política mallorquina, pliega sus humos ante la Fiscalía Anticorrupción y decide cambiar su estrategia. Estar a la sombra durante estos seis meses, parece que le ha hecho pensar fría y pacientemente sobre su futuro más inmediato, que no es otro que tras las rejas.

Las extrañas entendederas judiciales, dispuestas a conveniar con el alma arrepentida de las comisiones millonarias, el blanqueo de capitales y asociación ilícita isleña, han extraviado el expediente de indulto de Baltasar Garzón. Una mano fantasma lo ha mantenido en la inopía. El exmagistrado que había desvelado el caso Gürtel, descansa en el sueño de los justos o del indulto, quién sabe. Como el del propio fiscal que obra más como abogado defensor que como acusación, si de naturaleza regia se trata. El juez instructor no cede un ápice y cita a los tres inspectores de la Agencia tributaria para que le expliquen lo inexplicable: la exculpación en sus informes de la hija del Rey. Los mismos con los que él argumenta que ésta ha delinquido por  fraude fiscal y blanqueo de dinero. Rebufo de los 5,8 millones de euros del erario público de las comunidades autónomas de Valencia y Baleares, con gobiernos del partido Popular -PP-sustraído por el Instituto Nóos, entre 2004 y 2007. Dashiell Hammett encontraría en este entramado de luces y sombras una tentadora idea para desarrollar en su universo literario. El autor de El halcón maltés retorna con la reciente publicación de la obra que recoge sus cuentos completos, bajo el título Disparos en la noche –RBA. Traducción de Enrique de Hériz-. El escritor norteamericano sufrió en 1951 el encarcelamiento como consecuencia del triste y diabólico proceso de la caza de brujas

Cristina García Rodero, en su obra fotográfica España oculta –Editorial Lunwerg– fruto del recorrido que realizó por distintas regiones de España entre 1975 y 1988, nos revela el rostro de nuestro país en la de sus ciudadanos. El blanco y negro reformula siempre la mirada con  el ufano principio de la curiosidad para posteriormente sondar la lírica atmósfera que motiva la fotografía. Como en los cuentos Hammett, con ese sesgo de negritud narrativa, la realidad española  se adentra en la penumbra que recoge la animosidad menos entusiasta y que pende de un triste cromatismo de gris ceniza.

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