Excusas, u otras formas de explicar lo inexplicable
Por Juliano Oscar Ortiz , 30 octubre, 2014
El ciclista Tyler Hamilton, quien salió positivo en una prueba antidoping, dijo que las células que habían sido encontradas en su sangre, no eran de él, sino de los restos de un gemelo no nato que se habían quedado en su organismo. Excusa ingeniosa y risueña, pero que no deja de ser una mentira oculta y que como tantas otras revelan las disparatadas formas de una mente en situaciones complicadas.
La excusa es tan vieja como el hombre, y como su efecto es en casi todos los casos positiva, se sigue utilizando en cuanto momento sea necesario. «Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las van a creer de todas maneras, entonces para que darlas», dijo alguna vez un gran escritor, y aunque cierto, la excusa es un arma de comunicación que la gente tiene a mano frecuentemente.
En Argentina, el jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich, atribuyó este jueves al «mejoramiento en el poder adquisitivo» de los padres y las «medidas» de fuerza de los gremios docentes el éxodo de alumnos de la escuela pública y su migración al sistema privado. Una gran excusa para tratar de explicar el desastroso plan educativo que desarrolla el gobierno argentino.
La verdad es que en el último año se fueron de las escuelas públicas casi 50 mil alumnos y que desde el 2003 la matrícula estatal sufrió una baja de 301.907 chicos, lo que invita a pensar en los reales motivos de esta deserción atribuida por Capitanich, a “la mejora en el poder adquisitivo de la gente”, una ilustración que nos deja a todos con la boca abierta, siendo que el país sufre una inflación del 40 % anual y la tasa de desempleo es del 10,5% según datos privados, bastante mayor que el 7.5% que se reflejaba en 2013.
Todas las excusas buscan justificar de forma intencional, algún tipo de acción mediocre, falla u olvido que hemos cometido o que estamos cometiendo. En este caso el funcionario argentino, imagina una respuesta bastante fantasiosa para tapar los errores que la administración kirchnerista viene cometiendo en materia educativa.
Recordemos los 19 días al comienzo de este año lectivo que sufrieron los alumnos de casi todo el territorio argentino y que significaron un conflicto en el que dos posiciones antagónicas no supieron o no quisieron pensar en lo más importante, la educación.
El gobierno español no se ha quedado atrás poniendo como excusa de su lentitud y atraso en luchar contra la corrupción, el haber esperado lograr consenso con el PSOE para, de ese modo, crear un frente más homogéneo y poderoso. Suena a excusa innecesaria y payasesca. Una nueva excusa tan falsa como el de haber tenido que hacer cosas que aunque no le gustaban eran absolutamente inevitables para salir de la crisis.
Dos países, dos gobiernos, la misma sensación de ver lo están haciendo realmente mal.
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