Galca: La revolución con calidad
Por Octavi Franch , 18 diciembre, 2015
Oficialmente, el pasado día 14 el RCD Espanyol de Barcelona informaba a través de su web http://www.rcdespanyol.com que el substituto de Sergio González, cesado ese mismo día, era Constantin Galca, el legendario mediocentro zurdo que tanto maravilló a la parroquia blanquiazul a finales de los 90 con su talento con la pelota en los pies, su disparo mortal y eficaz, su disciplina táctica y hasta su facilidad por marcar de todas las maneras: chut desde fuera del área, falta, penalti, etc.
Casualidades de la vida futbolística, Sergio González fue el compañero del mediocampo de Galca varias temporadas, y entre otros logros consiguieron la mítica Copa del Rey del 2000 en Mestalla contra el Atlético de Madrid (2 a 1 para los pericos, y el segundo y definitivo gol fue, precisamente, obra del catalán). Para explicárselo a los jóvenes que no les vieron jugar ni pueden comprender su importancia, en una de las época más importantes de este club que acaba de cumplir 115 años, les pongo el siguiente ejemplo: imaginaos que de aquí 10 años el entrenador del FC Barcelona es Andrés Iniesta y lo cambian por Xavi Hernández. Pues eso es lo que ha ocurrido en el equipo que regenta el espléndido estadio de Cornellà-El Prat.
Y eso que el rumano se fue por la puerta de atrás del club para fichar por el Villarreal a cambio de 200000€ al año, una cantidad que no hubiera cobrado en la vida como perico. Pero Galca fracasó en el equipo de Castelló y también lo hizo en Zaragoza y Almería, de la mano de uno de los entrenadores que mayor rendimiento le sacó: Paco Flores, el aprendiz en la sombra de José Antonio Camacho, con quien debutó Galca en el Espanyol a cambio de 4,5 millones de euros al Mallorca, siendo uno de los fichajes más caros de la historia blanquiazul. No obstante, no recuerdo que el bueno de Constantin hablara mal jamás de sus exequipos. Por lo tanto, tenía las puertas abiertas para volver como entrenador.
De hecho, Galca ya estaba en la quiniela de entrenadores para esta temporada. Aunque la mayoría de medios de comunicación especializados aseguraban que el nuevo inquilino del vestuario del Espanyol iba a ser un entrenador del “Norte” (Mendilíbar, Garitano, Setién, etc) finalmente se escogió la opción fácil, es decir el coach del filial, el cual había llegado al club solo media temporada atrás, salvando al segundo equipo barcelonés de irse a 3ª División. Con Pochettino no salió mejor, aunque siempre quedará para el recuerdo la victoria (1-2) en el Camp Nou con los 2 goles de De la Peña. Además, Pochettino todavía tenía una experiencia más paupérrima como entrenador, ya que realizaba las funciones de segundo de a bordo del Femenino, aunque era uno de los alumnos aventajados del Profesor Azkargorta, un especialista en ganarlo todo en Latinoamérica con equipos y selecciones mediocres pero que, por algún motivo que nunca he entendido, no es alguien en Can Perico.
Dicho todo esto, en mis crónicas de los partidos para el periódico catalán Món http://www.mon.cat, yo ya advertía que con ese juego y, sobre todo, esa actitud el equipo se iba a Segunda (por quinta vez en su historia) y Sergio no se comía los canelones de San Esteban (tradición gastronómica en Cataluña).
La verdad es que el cambio de cromos me pilló del todo desprevenido, porque perder por la mínima en Balaídos entra dentro de lo previsible. Pero me imagino que la cosa venía de lejos y que Galca ya estaba fichado hacía semanas. También es lógico cesar al entrenador antes de una eliminatoria de Copa (ya están eliminados, porque les ha tocado el peor rival, es decir el mejor) que no después de una derrota irritante en Liga y encima en casa.
Por suerte para todos los seguidores del club, Constantin Galca está haciendo jugar a los mejores y ha recuperado el protagonismo, que nunca hubieran tenido que perder, jugadores tan imprescindibles hoy en día como Duarte, Salva Sevilla o Gerard Moreno. Sigo sin entender porque no ha cambiado el portero (Pau López no es Kiko Casilla ni lo será nunca), porque mantiene a Javi López en el lateral derecho y porque se empeña en jugar con dos destructores en mediocampo. Con los cambios de Bardi, Arbilla y Salva Sevilla, el equipo ganaría en calidad y en gol, y sería un equipo como el Rayo Vallecano, que o gana o pierde, pero siempre da espectáculo.
Y los pobres estamos para disfrutar de vez en cuando, porque sufrir ya sufrimos de lunes a viernes para poder comer y pagar la hipoteca.
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