Historias de oficina 3. Capítulo 1
Por Sonia Aldama , 13 octubre, 2014
…Y SEGUIMOS CONOCIENDO MUNDO
EN ALGUN LUGAR DEL MUNDO (I)
El jet en el que viajaban nuestros amigos se balanceó ligeramente hacia la izquierda, después hacia la derecha y empezó a caer en picado.
- ¡¡¡Dios mío, qué pasa!!! – dijo Belén a la vez que cogía una bolsa de plástico para vomitar – ¡¡¡ Me estoy poniendo malísima, por qué se mueve tanto el bicho este!!!
- Voy a ver si es que el piloto nos ha salido graciosillo – comentó Sofía levantándose de su asiento.
Al entrar en la cabina notó cierto olor a perfume barato que le era familiar. Sus ojos no podían creer lo que estaban viendo; una mujercilla con unos rizos peculiares estaba saliendo, con un paracaídas a la espalda, por la ventanilla izquierda del avión. Justo en ese momento, miró a Sofía a los ojos y gritó:
- ¡¡Mi venganza ha sido terrible, no saldréis ni uno vivo de ésta!! – Saltó por la ventanilla y tiró de la anilla del paracaídas.
Sofía se quedó helada sin saber que hacer. Casi sin pensarlo se sentó en el asiento del piloto y cogiendo los mandos del jet intentó enderezarlo. Mientras tanto los demás observaban por la ventanilla, boquiabiertos, cómo una persona descendía en paracaídas.
- Huuuummmmm… Voy a ver qué pasa, que todo esto es muy raro.. – murmuró Juan Carlos levantándose del asiento y dirigiéndose hacia la cabina.
- Te acompaño – comentó Irma – Así le echo un ojo al piloto.
- ¡Uy! Qué curiosidad tengo, voy con vosotros- decía Josefa Fernanda -Chicos … ¡Uy! ¿Con qué me he tropezado? …Esperadme … y este botijo ¿qué hará aquí?
Al entrar en la cabina vieron a Sofía, más roja que un tomate, intentando hacerse con el dominio del avión.
- Pero ¿¿¡¡¡¿QUÉ HA PASADO AQUÍ????!!!!??? – preguntó Juan Carlos.
- La Caponati… ha saltado… matarnos – intentaba explicar Sofía mientras toqueteaba todos los botones del cuadro de mandos.
- ¡Uy! Qué chula la cabina de este jet. Mi papá tenía uno muy parecido ¿me dejas probar de copiloto? – rogó Josefa Fernanda mirando a Sofía.
Sofía le cedió los mandos y explicó a sus compañeros todo lo que había ocurrido mientras ellos la miraban incrédulos. No podían creer que la Caponati hubiese salido de la cárcel y crease un plan tan magistral para eliminarlos a todos de una vez. Dejaron a Josefa Fernanda al mando de la situación y salieron a contarle lo ocurrido a sus compañeros.
- Menos mal que por lo menos este trasto ya se ha estabilizado, porque casi me muero – comentaba Belén a la vez que se secaba el sudor de la frente con un clinex – Por cierto ¿hacia dónde nos dirigimos?
- Voy a ver – contestó el Alipio – que yo de mapas sé bastante, con eso de que soy Ingeniero de Canales, Caminos y Puertos…
En la cabina:
- ¿Qué tal? ¿Hacia dónde vamos? – preguntaba el Alipio mientras miraba a su alrededor – ¿Hay por aquí algún mapa?
- ¡Uy! No sé, yo voy todo recto y cuando me digáis, aterrizo… – explicaba Josefa Fernanda con una sonrisilla en la boca.
- Es que ya llevamos mucho tiempo de vuelo – dijo el Alipio mirando por la ventanilla – Yo creo que casi podríamos aterrizar por aquí; que me suena a mí que esto es España y ¡olé! … Por cierto, ¿dónde habré dejado el botijo que compré como souvenir en Hawai?
De pronto se oyó una voz en off en todo el avión:
- Os habla la piloto Josefa Fernanda. Por favor, abróchense los cinturones que vamos a aterrizar. Espero que el viaje haya sido de su agrado.
Tras varias maniobras un poco forzadas, el avión tomó tierra en un descampado lleno de rastrojos y espigas. Al abrir la puerta se divisaba a lo lejos un cartel publicitario. Salieron corriendo hacia él. Todos leyeron el anuncio y se miraron unos a otros soltando una carcajada y diciendo:
- ¿Conque entendías de mapas, eh? ¿Conque ya estábamos en España?
El rótulo decía: PONGA UN CANGURO EN SU VIDA. VISITE NUESTRO GRAN ZOO AUSTRALIANO.
Belona de España
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