Portada » Social » La regularización del Crowdfunding

La regularización del Crowdfunding

Por Natalia Méndez , 4 marzo, 2014

Hace pocos días saltó la noticia “El Gobierno quiere limitar las donaciones de crowdfunding”. Con la crisis, la reducción de becas y del poder adquisitivo del español medio este término, entendido como micromecenazgo o financiación masiva, ha ganado mucha importancia y reconocimiento en poco tiempo. Esta forma de financiación, dada a conocer es España por casos como el de Extremoduro, no estaba regularizada; pero Luis de Guindos pretende cambiar eso intentando, según afirmó en la última rueda de prensa, minimizar el fraude y maximizar las ayudas a las pymes (tal y como consta en el Anteproyecto de ley de fomento de la financiación empresarial ya aprobado en el Consejo de Ministros).

Las dos medidas más debatidas, de las conocidas, son la limitación de las aportaciones y el posible descarte de las plataformas que funcionen con sistema “de recompensas”. Ningún proyecto podrá superar el millón de euros, igual que ningún inversor podrá invertir más de 3.000€ en un mismo proyecto, o más de 6.000€ en un mismo año, aunque en la rueda de prensa no quedó claro si afecta también a las aportaciones personales a pequeños proyectos. Aunque reiteró que la regulación es para aquellas plataformas de financiación participativa mediante emisiones de valores y solicitud de préstamos, dejó en el aíre el futuro de las que funcionan con el sistema de recompensa (caso de Verkami, Goteo o Lánzanos).

En 2013 el crowdfunding movió 30 millones de euros en España (según datos de la Asociación Española de Crowdfunding), el 70% de este dinero era para proyectos culturales y sociales; aspectos tan olvidados por el Gobierno y parte de la sociedad en estos tiempos. Por ello esta regulación puede afectar de sobremanera al futuro del crowdfunding social y cultural, ya que según afirma Xavier Olivella, presidente de la Asociación Española de Crowdfunding, este anteproyecto está orientado al mundo empresarial. Olivella no ha sido el único en pronunciarse, la plataforma Lánzanos publicó un comunicado en el que afirman que por ejemplo la frase <<proyectos destinados a una pluralidad de personas físicas o jurídicas que esperan obtener un rendimiento monetario con la inversión y que no inviertan con carácter profesional>> mezcla distintos tipos de crowdfunding y son aplicables a mecenazgos que no sean crowdfunding, como el crowdlending o los préstamos P2P.

En España co-existen tres tipos de Crowdfunding: un sistema de préstamo con devoluciones con intereses; el micromecenazgo arriba explicado; y el basado en las cuentas en participación (conocido como Equity en el resto de países). Uno de los objetivos del anteproyecto es que estos dos últimos modelos se sometan a la supervisión de la CNMV y del Banco de España.

Si este proyecto sale adelante corremos el riesgo de que algunos creadores pierdan su oportunidad de enriquecer nuestra cultura y sociedad. Un ejemplo es el proyecto expuesto en la plataforma Potlach llamado El túnel de Balka, en el que Magda Polo y el compositor Enric Riu pretenden a través de la ópera de cámara exponer los temas y actitudes que actualmente a todos nos interesan y obsesionan.

Con todo esto lanzo la siguiente pregunta: ¿Estamos dispuestos a perder algo creado por el pueblo y que se ha convertido en una forma de que los “no tan pudientes” crezcan y hagan crecer nuestra cultura?