Pedaleando sobre miel
Por Fermín Caballero Bojart , 25 mayo, 2014
Fabio Aru vencedor 15a etapa del Giro 2014.
Foto:ANSA/ LUCA ZENNARO
En Plan de Montecampione solo ganaron dos mitos. Bernard Hinault con su maillot rayado del Renault-Elf el año de su primer doblete Giro-Tour, el mismo en que venció su segundo Giro de Italia (de los 3 que venció). El francés se enfundó la maglia rossa aquel día y no se la quitó ni para dormir. Como Marco Pantani, que 16 años después, hizo doblete (1998) y llegó de rossa a la cima de Montecampione, venció la etapa y fue Pirata para siempre.
Los corredores de hoy parece que no son tan combativos y prefieren competir con la calculadora. Al más puro estilo Anquetil. Y con esa reserva que da el colmatage sobrevive Urán. A la espera del juez Gavia, passo obligado de 2700 mts de altitud, que tras su vertiginoso descenso lleva hasta otro passo, el Stelvio, cima Coppi, donde una etapa de 140 kms (la del martes –mañana lunes los guerreros reposarán-) va a decidir de verdad quién es el más fuerte subiendo hasta el cielo. En una etapa que dará comienzo en Ponte di Legno y finalizará en Valmartelo, en una brutal jornada alpina, mítica, de 4300 mts de desnivel acumulado donde los potenciómetros pueden perder la cobertura, los pinganillos su sentido y los corazones se saldrán por las bocas sedientas de triunfo de unos hombres nacidos para correr bajo el signo de las dos ruedas.
Tercera victoria, con la de hoy, para un italiano. En esta ocasión el joven sardo Fabio Aru vence por primera vez en una etapa del Giro de Italia. Etapa que comenzaba con buen tiempo y que permitía a los corredores olvidarse de las lluvias de las llanuras y la costa. En la montaña lucía un sol alpino que invitaba a un día de grandes aventuras. Así en le km 27, a 200 kms de meta, una primera escapada permitía lucirse a 12 hombres que querían marcar las primeras estrategias de la jornada. Y cuya ventaja aumentaba principalmente por que los equipos con sprinter no iban a colaborar para coger a los escapados. Omega controlaba la distancia en todo momento en torno a los 5 min.
Entre los aventureros destacaban hombres que ya saben lo que es vencer una etapa en una gran vuelta, como Daniele Ratto en 2013 y Luca Paolini en 2006, ambos en la Vuelta. Luca también se había estrenado en el Giro en 2013, al igual que otro de sus compañeros de fuga, Adam Hansen que ya sabe también lo que es vencer en la corsa rossa y algo notable a destacar de este australiano de las filas del Lotto Belisol es que ha finalizado las 7 últimas grandes vueltas que ha corrido (desde la vuelta ciclista a España de 2011). Pero uno de los más destacados en la fuga es el palmarés del hombre Lampre-Mérida Damiano Cunego, ganador de un Giro de Italia (2004) y que estaba en la general a 7 min de Urán. Con una larga experiencia que ha entrado en el top ten de la ronda italiana en 3 ocasiones y que ha sus 32 años ha conseguido una cincuentena de victorias parciales en todas las competiciones en que ha participado.
La ventaja de los fugados sobre el pelotón llegaba a los 7 minutos a los 100 kms de carrera, las carreteras estaban repletas de aficionados y el buen tiempo continuaba acompañando a la caravana rosa, cuando FDJ.fr se unía a Omega en cabeza de pelotón para dar relevos. Con el paso de los kms algún director de equipo mandó también tirar, quizás arengados por no tener representación en la fuga del día, máxime cuando las televisiones conectan en directo. Parece el caso de la squadra Neri Sotteli. Los fugados avanzaban bien sincronizados en sus relevos y se acercaban al pie de la monstruosa cima, pero los de Soteli tiraban con tanta fuerza, junto a los Omega de Urán, que estaban reduciendo la ventaja a 50 kms de meta por debajo de los 5 minutos. A una media aproximada de 1 minuto cada 10 kms.
Fundidos los corredores de Sotteli, tomaron el relevo los hombres de Cadel Evans justo antes de las primeras rampas. Entonces Arredondo, el colombiano de la maglia azul, que le señala como líder de la montaña, salta del pelotón en busca de los fugados, que comienzan a notar el esfuerzo y a sucumbir. Ritmo lento que aprovechan los más frescos, como Hansen, para iniciar una escalada en solitario. Pero en su busca salen Zardini y Pirazzi. Son los primeros movimientos y comienza el baile de coches, motos y ciclistas que se dejan caer en las rampas más duras de ascensión.
Con la carrera partida a falta de 10 kms de meta el pelotón convirtió en una ruta de islotes de nadie, en grupettas de sufridores, con algunos de los favoritos por delante. Montecampione con una subida sostenida y constante de 20 kms, un 7,6% de desnivel medio y rampas del 12% era tierra para escaladores puros. Mientras pudieron Cardoso y Arredondo mantuvieron la cabeza de carrera, hasta que los favoritos empezaron a tomar las riendas en el grupo perseguidor. BMC, con un Samuel Sánchez trabajador que le hacia media subida a Cadel Evans, su jefe de filas, y que le dejaba en manos de Morabito para contener los posibles ataques. Urán marchaba solo, pues Walter Poels se había quedado a mitad de puerto, y Quintana y Pozzovivo dejaban hacer al resto, donde Michael Rogers (el perdonado por el doping de clembuterol) tiraba con fuerte ritmo defendiendo la maglia blanca del polaco de Tinkoff Rafal Majka. Hombres como el sardo Fabio Aru, Fabio Duarte, Pierre Rolland, Dani Moreno, Hesjedal o Pellizzotti aguardaban su momento, ya que querían aprovechar a vigilancia de los primeros de la general entre sí para dar un golpe de pedal explosivo que abriera brecha y a la vez les permitiera dar cazar a los hombres cabeza de carrera que poco a poco iban perdiendo fuelle.
Otros hombres trataban de escalar hasta la cima a su ritmo, sin forzar (Basso, Poels o Kiserlovski). Y fue en un falso llano a 7 kms de meta cuando Morabito se dejaba caer mientras Rogers seguía tirando. Habló con Evans y éste le dio instrucciones a su escudero suizo: Trabajo finalizado. Por delante un irlandés, con apellido de espadachín francés, Philio Deignan, era el único que mantenía un ritmo constante, algo más vivo que el del grupo de favoritos, cada vez más reducido. Y al llegar a la pancarta de últimos 5 kms, cuando la inclinación de la carretera no bajaba del 9%, Evans se puso en paralelo a Uran. Y como oliendo la pólvora que traían guardada los australianos, Pierre Rolland saltó y a su explosión siguieron Uran y Evans. Ya no se sentaban en el sillín, se descifraban mutuamente a través de las gafas de sol y a falta de 4 kms fue Urán el que decidió probar a sus rivales. Eran golpes de pedal secos y cortos como si el potenciómetro pitara cuando las pulsaciones fuesen a romper la cadena de la bicicleta. Al amago de Urán siguió otro de Morabito, otro de Rolland, otro de Dani Moreno y otro, y otro más hasta que Quintana dio el suyo para expulsar los virus que le atenazan. Pero solo se acercaban, sin distanciarse claramente, al cartel de tres kms para meta. En otro amago Rolland suelta a los leñadores y se decide a coger a los hombres cabeza de carrera. Y aprovechando el baile, caza al irlandés que iba solo contra sí mismo en cabeza de carrera.
Fue Fabio Aru quien dio un impulso definitivo, un ataque de 23 años de eterna juventud, al que se unieron Urán y Evans. El australiano no le pudo seguir. Urán aguantaba como podía a rueda del sardo del Astana, y Nairo al ver la flaqueza de los dos primeros de la general saltó a por Aru y Urán. Aru llegó a cabeza de carrera. Quintana cogió la rueda del líder y se formó un quinteto con tres colombianos: Quintana, Duarte y Urán; un francés (Rolland) y un italiano (Aru).
Fabio Aru como un trueno azul reventó de una vez por todas y se marchó en solitario a 2 kms a meta. Al espadachín se lo tragó el grupo de Evans que venía sin vacilaciones. Urán se quedaba ante un ataque de Nairo al que solo respondió Rolland. Urán trataba de negociar con Duarte la subida, pero Fabio se marchó en busca de su tocayo. Urán no quería atragantarse en las rampas finales y trató de coger su ritmo. Duarte alcanzaba a Quintana y a Rolland cuando Aru entraba en el ultimo km. Urán espeso. Como pedaleando sobre miel perdía el tren pero no de vista a los tres hombres que llevaba por delante.
Nairo, viendo que Urán flojeaba, atacó para tratar de sacar alguna ventaja. Demasiado tarde. O demasiado acatarrado. Cinco horas y media de carrera. 500 mts para Aru que miraba por última vez hacia atrás y golpeaba al aire con rabia. Cruzaba la meta vencedor el de Astana como si hiciese un saque de banda sin balón, con los puños cerrados. En breve llegaría el trío Quintana-Rolland-Duarte. Y luego, cabizbajo y empalagoso, Urán. Majka, que retuvo el maillot banco, tras la maglia rossa. Más tarde el grupo de Evans donde llegaba Pozzovivo. Agrietados los islotes. Acartonados el resto. Esto es Plan di Montecampione. Esto es el Giro de Italia en estado puro.
Clasificación de la 15a. etapa:
1. Fabio Aru (ITA-Astana) 5h 33:05
2. Fabio Andres Duarte (COL-Colombia) a 00:21
3. Nairo Alexander Quintana (COL-Movistar) a 00:22
4. Pierre Rolland (FRA-Europcar) a 00:22
5. Rigoberto Uran Uran (COL-Omega Pharma) a 00:42
6. Rafal Majka (POL-Tinkoff Saxo) a 00:52
7. Franco Pellizotti (ITA-Androni) a 01:08
8. Daniel Moreno Fernández (ESP-Katusha) a 01:08
9. Ryder Hesjedal (CAN-Garmin Sharp) a 01:13
10. Cadel Evans (AUS-BMC Racing) a 01:13
Clasificación General:
1. Rigoberto Uran Uran (COL-Omega Pharma) 63h 26:39
2. Cadel Evans (AUS-BMC Racing) a 01:03
3. Rafal Majka (POL-Tinkoff Saxo) a 01:50
4. Fabio Aru (ITA-Astana) a 02:24
5. Nairo Alexander Quintana (COL-Movistar) a 02:40
6. Domenico Pozzovivo (ITA-AG2R La Mondiale) a 02:42
7. Wilco Kelderman (HOL-Belkin) a 03:04
8. Pierre Rolland (FRA-Europcar) a 04:47
9. Robert Kiserlovski (CRO-Trek Factory) a 05:44
10. Wout Poels (HOL-Omega Pharma) a 06:32
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