Pegida, Mügida y Bagida
Por Esther Patrocinio , 8 enero, 2015
No, no son los nombres de los Reyes Magos en alemán, ni cosa parecida. De hecho aquí los regalos los trae el niño Jesús la noche del 24 al 25 de diciembre…en fin festividades más o menos religiosas pasadas volvemos a la actualidad desde Alemania. Esta semana toca hablar de Pegida (Patriotische Europäer Gegen die Islamisierung des Abendlandes – Patriotas europeos contra la islamización de occidente), Mügida (München gegen die Islamisierung des Abendlandes – Munich contra la islamización de occidente) y Bagida (Bayern Gegen Islamisierung Des Abendlandes – Baviera contra la islamización de occidente), que son las siglas de los movimientos contra la islamización surgidos recientemente en Alemania, Munich y Baviera, respectivamente. En los últimos días se convocaron diversas manifestaciones y contramanifestaciones por todo el país con el resultado según participantes/asistentes de que Dresde fue la gran convocatoria para Pegida donde el lunes 5 de enero se concentraron 18.000 participantes. Al contrario sucedió en Munich donde unos 200 simpatizantes de Mügida/Bagida se concentraron frente a 2.000 que acudieron para demostrar que la capital bávara es un lugar donde todos tienen su hueco.
Analizar el fenómeno es algo que me sobrepasa pero por soy consciente del ambiente que se respira. Por un lado como extranjera residente aquí siempre tienes la sensación de que no todos te ven con buenos ojos, que los prejuicios son aunque no lo quieras tu carta de presentación hasta que el día a día demuestras que no es así. Por otro lado están los que argumentan que Alemania tolera que la cultura del Islam se instale en el país con sus cosas buenas y malas, como por ejemplo la imposición del burka. Juro que la primera vez que vi a una mujer cubierta con un burka negro de pies a cabeza en el metro no pude dejar de pensar ¿cómo puede respirar? Nunca comprenderé a las religiones que convierten a sus creyentes en fundamentalistas.
Ayer comenzaba así el artículo de esta semana cuando llegó la noticia del brutal atentado contra la revista Charlie Hebdo. Lamentablemente esto significa que los radicales de Pegida, Mügida y Bagida cuentan con nuevos argumentos y adeptos que movidos por la repulsa se inscribirán dentro de estos movimientos. A los demócratas solo nos queda condenar el atentado, solidarizarnos con las víctimas y sus familias y movernos para evitar que los radicales ganen más fuerza y poder, para que el fanatismo religioso sea del signo que sea dictamine quién tiene derecho a vivir y bajo qué condiciones. Je suis Charlie.
Comentarios recientes